¿Qué es la felicidad?, ¿por qué existe este día? La verdad es que la felicidad puede resultar subjetiva y un sentimiento abstracto, sin embargo, existen diversas acciones que ayudan a liberar endorfinas ligadas a tal emoción.

Este 20 de marzo es el Día Internacional de la Felicidad. Tal fecha conmemorativa se celebra desde el 2012, gracias a un decreto de la Asamblea General de la Onu.

El objetivo de esta jornada, según el sitio oficial de las Naciones Unidas, es “reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno”.

¿Qué entendemos por felicidad, específicamente? Es difícil darle forma y/o definición a un sentimiento que, de por sí, es abstracto.

¿Qué es la felicidad?

Si pudiéramos definir la felicidad, habríamos encontrado el lenguaje para hablar del cielo“, manifiesta Juan Ignacio Rodríguez, filósofo y académico de la Facultad de Psicología y Humanidades de la USS.

“Sin embargo, el que no podamos definirla, no significa que sea cualquier cosa. La felicidad no es lo que a cada uno se le ocurre. De hecho, hay muchas personas que, habiendo conseguido los objetivos propuestos, permanecen frustrados“, explica el profesional.

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“La persona feliz es aquella que vive una vida humana tal que se conoce a sí misma, y vive en coherencia con lo que es. Decía Ortega y Gasset que la felicidad consiste en ser uno mismo y coincidir con la propia existencia“, continúa Rodríguez.

Es en esta capacidad honesta de mirarse a uno mismo, “con valentía y con amor simultáneamente”, que Juan Ignacio plantea que es posible hallar el anhelo de una sana relación con los otros y, eventualmente, una apertura a la trascendencia o una vida con Dios.

A ello, el académico añade que la vida en sociedad genera, también, un rol importante en este complejo pero bello sentimiento. “No sólo estamos en sociedad porque necesitemos de otros, sino que también porque es el espacio donde podemos compartir y aportar con lo que somos, con aquello que nadie puede dar en mi lugar”.

En esta misma línea, el filósofo agrega que, claramente, puede resultar ilusoria la idea de que podamos ser felices si “todos lo que nos rodean viven una vida desgraciada”. “La actitud fundamental es, a mi parecer, la de cultivar relaciones sociales y de amistad que superen la lógica puramente utilitaria”, enfatiza Rodríguez.

“Estar en sociedad no es permanecer en una lógica del negocio del costo y beneficio únicamente, sino que es, sobre todo, apuntar a algo más elevado, que es la lógica de la gratuidad, en la que todos aportamos en orden al bien común y en la que somos capaces de reconocer el valor de las otras personas por sí mismas”, finaliza Juan Ignacio.

A continuación, te dejamos un listado de 10 pequeñas acciones que ayudan a desencadenar el sentimiento de felicidad. Simples, pero poderosas:

Ver memes. Es sabido que la risa sana, no por nada existe la risoterapia. Reír, de hecho, mejora el estado anímico, calma la tensión y reduce el estrés, señala Mayo Clinic.

Comer. Alimentarse provoca la liberación de endorfinas ligadas a la felicidad, más aún cuando se trata de cosas dulces como el chocolate, nuestro plato favorito o, simplemente, algo delicioso.

Nuestras mascotas. Diversos estudios apuntan al gran beneficio de vivir con mascotas. La compañía, el amor que entregan e incluso su sola presencia puede significar la felicidad para sus dueños.

Exposición al sol o el buen clima en sí. El sol es nuestra mayor fuente de vitamina D. Algunos estudios sugieren que la depresión se asocia con valores de vitamina D insuficientes, además, este nutriente es necesario para una un largo listado de necesidades orgánicas ligadas a nuestro bienestar.

El buen descanso (dormir). Una buena calidad del sueño ayuda considerablemente a nuestro estado de ánimo. ¿Quién no despierta feliz y tranquilo después de una siesta o noche reparadora?

Salidas al aire libre. Esto tiene un efecto similar a la exposición solar, además, nosotros podemos elegir nuestro lugar favorito como destino, lo que ayuda al sentimiento de alegría y tranquilidad.

El refuerzo positivo. Cuando somos felicitados, recibimos una “palmadita” o cuando nuestras labores son reconocidas, el placer viene de la mano con la felicidad en muchas ocasiones. Aquí nuevamente entran en juego la producción de endorfinas, la secreción de serotonina, dopamina y oxitocina.

Los abrazos y/o el cariño. Si bien no todos son fanáticos del contacto físico, es real que los abrazos tienen un efecto sanador en el cuerpo. La felicidad puede estar en una caricia y/o abrazo de mamá, por ejemplo.

El tiempo de ocio (realizar pasatiempos). Recrearnos es fundamental para que el cerebro se desconecte de la rutina, el estrés diario y/o el aburrimiento. Ver a nuestros amigos, jugar un juego de mesa en familia; acciones que, de por sí, pueden traer risas.

El orden y la limpieza. Sí. Hay muchas personas que hallan la felicidad en el orden, la limpieza y la pulcritud. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar los motivos de la felicidad ajena? ¡Feliz día de la felicidad!