Parecía una tarde normal, pero terminó de la peor forma posible. A principios de mes, Spencer Loalbo, de 41 años, estaba jugando al golf con su padre Robert en el Club The Bridges Golf en Gunter, Texas.
Ambos jugaban en el torneo de la ciudad. Todo iba bien hasta que padre e hijo se encontraban en el hoyo 12.
El día presentaba un clima perfecto con el cielo azul y sin nubes en el horizonte.
Sin embargo, de repente un rayo surcó el cielo “de la nada”, matando a Spencer en el acto, según informó KXII.
Kaylee, la viuda de Spencer, mencionó que su marido era un hombre bueno, que ayudaba a las personas sin hogar y realizaba varias donaciones.
El hombre era padre de tres niñas, Evelynn, de 8 años, Charlotte, de 6, y Nora, de 3, sostuvo la revista People.
Mientras su familia vive el duelo, fue su hija de 8 años que sacó la voz en memoria de su padre. Evelynn expresó que le encantaba ir de “caza e ir a pescar” con su fallecido papá.
“Sé que está con Dios y que todos sus problemas han desaparecido y que está muy feliz”, dijo Evelynn.
Así las cosas, la muerte del padre “sacudió los corazones de todos los que lo conocieron y lo amaron”, expresó la familia en un comunicado.
“Su vida fue un reflejo de su fe: servía a los demás, animaba a los necesitados y siempre priorizaba a su familia y amigos antes que a sí mismo”, recalcaron los familiares.
“Amaba profundamente. Daba con generosidad. Creía con todo el corazón”, recogió la revista People.
Al respecto, la familia Loalbo recordó el siguiente episodio: la vez que Spencer vio a una mujer en silla de ruedas y le entregó sus calcetines para que no pasara frío. Es más Spencer, había regresado a su auto, totalmente descalzado y visiblemente emocionado, contó su esposa.