"Está bien, mamá. Voy solo. Yo puedo. ¡Te quiero, ma!" fueron las últimas palabras del niño, quien murió de una brutal forma. A 29 años del hecho, la herida de su asesinato se reabre.

90 metros. Esa es la distancia que separaba la casa del niño Derrick Robie del campamento al que asistía en 1993, a sus cortos cuatro años. No obstante, la tragedia tocaría su puerta un fatídico 2 de agosto.

Ese día, el menor caminaba por primera vez solo desde su hogar al recinto infantil, donde había pasado las últimas semanas.

Pero, pese a que tomó todos los resguardos, al cabo de unos minutos moriría a manos de otro menor de tan sólo 13 años.

La historia detrás del crimen y el espeluznante relato de los hechos dejaron a todo un país con el corazón en la mano.

Ésta es la historia de Eric Smith, el “Asesino del Pelo Rojo”.

Derrick Robie en su niñez
Derrick Robie en su niñez

Los momentos previos

La mañana del 2 de agosto, en el pueblo estadounidense de Savona en Nueva York, un entusiasmado Derrick pidió con insistencia a su madre que fueran pronto al campamento. Quería, desde temprano, jugar con sus compañeros del establecimiento ubicado muy cerca de su casa.

Doreen, la madre del pequeño, estaba un poco atrasada ese día. Ella siempre lo iba a dejar hasta el campamento, o bien se aseguraba de mirarlo hasta que entrara al recinto. Pero ese día, por primera vez, confió en las palabras de su pequeño y lo dejó ir solo.

“Me dio un beso y me dijo: ‘Está bien, mamá. Voy solo. Yo puedo. ¡Te quiero, ma!’“, recordaría posteriormente la desolada madre. Nunca lo dejaba ir solo a ninguna parte, pero pensó que el recinto quedaba tan cerca que era improbable que algo le sucediese. Además, Savona era un lugar tranquilo donde nunca pasaba nada.

Pero estaba absolutamente equivocada.

A las 11 de la mañana, la madre fue a buscar al menor al campamento, pero los encargados le dijeron que nunca había llegado. Entonces, comenzó su peor pesadilla.

El pequeño Derrick Robie en su infancia
Derrick Robie | Foto Familiar

El horrendo crimen

Mientras Derrick caminaba al campamento, en sentido contrario y a toda prisa venía pedaleando su bicicleta Eric Smith. El niño, de tan solo 13 años, venía cegado por la rabia.

Al ver caminar al menor de 4 años, no dudó en hacer lo impensado: descargar su ira contra él. Saludó al niño, que caminaba solo con una lonchera en su mano, y lo convenció para que fuera con él al bosque cercano al lugar.

Una vez allí, tomó a Derrick del cuello y lo estranguló con todas sus fuerzas. Cuando el pequeño se desvaneció, lo dejó en el piso, buscó una piedra de doce kilos y la tiró encima de su cabeza, sin el menor remordimiento. Posteriormente, tomó una segunda piedra y repitió el acto.

Pero el pelirrojo fue más allá: le quitó la ropa al menor, buscó una rama de un árbol y se la introdujo en el ano. Luego, tomó la lonchera, pisoteó el plátano que llevaba, abrió su bebida Kool Aid roja y tomó unos sorbos, cogió el sándwich y se lo metió a la fuerza en la boca, tratando de que Derrick lo engullera. Pero el menor ya estaba muerto.

Lo que nadie sabía, es que minutos antes del encuentro Eric había sido expulsado del mismo campamento debido a su pésimo comportamiento. Fue entonces que, lleno de una molestia que cargaba por años, cometió el horrendo crimen.

Policías en la escena del crimen
Policías en la escena del crimen | YouTube – Kids Who Kill

Primeras horas

Cuatro horas después de que dejó su hogar, Doreen y su familia enfrentaron la peor noticia de sus vidas: el cadáver de Derrick había sido hallado cerca del campamento, en un área con frondosa vegetación. La causa de muerte había sido traumatismo craneal y asfixia.

La policía que rastreó la zona halló un par de anteojos con un marco metálico, pero no pudo identificar a quién pertenecían.

El caso tomó relevancia a nivel nacional. Todo un país estaba conmocionado por la muerte del menor de 4 años, quien tenía toda su vida por delante.

Sin embargo, lo que vendría después sería tan desolador como la muerte del pequeño.

Derrick y su hermano Dalton
Derrick y su hermano Dalton | YouTube – Kids Who Kill

Primeras sospechas

Tres días después del asesinato, Smith fue por su propia voluntad a ofrecer su testimonio a la policía. Comentó que estuvo cerca del lugar de los hechos y que vio pasar a Derrick mientras iba al campamento. Si bien la versión de su relato no le calzaba a los investigadores, hubo un detalle que les quedó dando vueltas: el adolescente sabía demasiado.

Eric cambió su declaración un par de veces, pero pudo describir con una gran precisión lo que vestía el niño y su lonchera.

Lo interrogaron un par de veces más. En una de esas ocasiones, Eric se puso nervioso y les preguntó: “¿Creen que lo maté yo, verdad?”, mientras le temblaba la voz y las manos. A modo de “trampa psicológica”, en un descanso le ofrecieron una bebida Kool Aid roja, la misma hallada en la escena del crimen. El joven la tiró al suelo, un detalle que no pasó desapercibido para la policía.

La familia también sospechaba del pelirrojo. Cuando llegó a su casa tras el asesinato, familiares lo vieron ensangrentado. Él dijo que había quedado así tras golpear un árbol en repetidas ocasiones. Posteriormente su madre, Tammy, recordaría que ese día su hijo había dejado una mancha roja en el espejo del baño.

Adicionalmente, su vecina comentó que el menor le había estado consultando sobre el caso, que a esas alturas era conocido a nivel nacional. Le preguntó varias veces qué pasaría si el asesino era un niño, lo que la inquietó.

Eric Smith durante su juicio
Eric Smith durante su juicio | John Hickey – Archivo

La triste vida de Eric

El 8 de agosto, seis días después de matar a Derrick, Eric Smith confesó el asesinato a su madre. La familia no lo pensó dos veces y fue directamente a la policía a contarlo todo. Pero, pese a la dura realidad, el crimen es algo que incluso sus más cercanos veían como un escenario posible.

Y es que a su corta edad la vida de Eric no había sido fácil. El adolescente nació el 22 de enero de 1980 en la zona de Steuben y vivía con su madre, su padrastro Ted Smith y sus dos hermanas mayores.

Durante su infancia vivió un infierno: carecía de autoestima, era constantemente agredido por sus compañeros, le disgustaba su aspecto y su padrastro tenía malos tratos con él.

Todo esto lo hacía una olla a punto de explotar. Y ya había tenido comportamientos inexplicables para alguien de su edad: tiempo antes, había ahorcado hasta la muerte al gato de un vecino, un hecho que su familia no tomó con la importancia debida. Adicionalmente, tenía ataques de ira incontrolables en el colegio que eran difíciles de abordar, incluso, para sus profesores.

Posteriormente, a medida que el caso avanzaba, se conocería que su padrastro abusaba sexualmente de una de sus hermanas. Aunque confesó el delito, Ted dijo que nunca se había propasado con Eric. No obstante, ello explicaría la acción sexual que realizó el menor con el cadáver de Derrick.

Eric Smith tras su sentencia
Eric Smith tras su sentencia | wgrz.com

Un juicio alarmante

En medio del juicio, los psicólogos de la parte demandante dijeron que Eric era una persona incapaz de expresar emociones. Creían que era una persona que jamás podría ser rehabilitada del todo para reincorporarse a la sociedad.

Por su parte, la defensa argumentó que un posible motivo para su extrema violencia tendría su origen en un medicamento que tomó Tammy mientras estaba embarazada de él, llamado Tridione y usado para controlar la epilepsia. Esto habría provocado daños irreversibles en el feto, causándole el Trastorno Explosivo Intermitente (TEI), caracterizado por una expresión exponencial del enfado. Sin embargo, ninguna prueba médica realizada al menor pudo demostrarlo.

Durante el juicio, la madre de Eric afirmó que nunca sabrá por qué mató a ese chico, pero que él era consciente del mal que había causado. Por ello, declaró que “ante la ley, es responsable de lo que hizo”.

El 16 de agosto de 1994, Smith fue declarado culpable por homicidio en segundo grado y condenado a la pena máxima para asesinos juveniles: un mínimo de nueve años de prisión efectiva.

John Tunney, fiscal a cargo del caso, fue categórico con su sentencia: “Una de las cosas que más me asustaron de esta situación es que no tenía duda alguna, nunca la tuve, de que si no hubiese sido capturado, Eric Smith, habría vuelto a matar. Eso es aterrador”, declaró, según lo consignado por el medio argentino Infobae.

Eric Smith en la actualidad
Eric Smith en la actualidad | Policía de Nueva York

Eric en libertad

Desde 2001, Eric solicitó en diez oportunidades la libertad condicional, pero se la denegaron en cada oportunidad. Hasta que solicitó la undécima.

En esta última, la fiscalía decidió que era momento de otorgarle la libertad bajo palabra, tras lo cual Eric dejó el Centro Correccional de Woodbourne en Nueva York el pasado 1 de febrero, luego de 28 años tras las rejas.

“Después de años de reflexión, mirando quién era yo (en aquel) entonces y qué estaba pasando, básicamente me convertí en el acosador que no me gustaba en todo lo demás de mi vida”, dijo en una de sus audiencias, según informó el medio El Diario de Nueva York.

De momento, se sabe que Eric vivirá un tiempo con su madre y posteriormente con su prometida, una abogada dedicada a la defensoría juvenil a quien conoció en su período en la cárcel.

Mientras, la familia Robie dejó su natal Savona tras la tragedia, con el fin de darle una nueva vida a su hijo Dalton, el hermano menor de Derrick, quien debió vivir con las consecuencias de su asesinato. “Tenemos un hijo en casa… y otro que nos espera en el cielo”, es lo que dicen continuamente Dale y Doreen, sus padres, en homenaje a su primogénito brutalmente asesinado.

Por su parte, el exfiscal del caso, John Tunney, consultado recientemente por la liberación de Eric, logró resumir lo que muchos piensan: el dolor de esos padres que perdieron a su hijo.

“Todo lo que puedo pensar es en Doreen Robie. La imagino parada en la fila de la caja del almacén King’s de Savona, esperando para pagar y la persona detrás suyo, siguiente en la fila, es Eric Smith. No hay mucho más que decir”, declaró, sobre el caso que fue noticia recurrente en la década de los noventa.

Direen y Dale Robie, los padres de Derrick
Doreen (centro) y Dale (derecha) Robie | Facebook – Senadora Cathy Young