Ni la más escalofriante película de terror se compara con la historia de la “novia cadáver”, uno de los casos de necrofilia más perturbadores de Estados Unidos.

Se trata un inmigrante alemán que no logró superar la muerte de una de sus pacientes, y la sacó de la tumba para convertirla en su esposa.

Nacido en Alemania en 1877, el tecnólogo en radiología Carl Tanzler, era uno de los especialistas más destacados de la época, según consigna el sitio estadounidense Rare.

Aliado de importantes autoridades, el alemán comenzó a trabajar en el Servicio del Hospital Marino en Key West, Florida, Estados Unidos, en los años 30.

Fue en ese entonces, cuando se enamoró perdidamente de María Elena Milagro de Hoyos, una bella mujer cubanoamericana 20 años menor que él. Según relata el libro “Undying Love: The True Story of a Passion That Defied Death”, Tanzler la había imaginado en sus sueños.

Durante toda su infancia tuvo visiones con un ancestro de su familia, que le mostraba cómo sería el “amor de su vida”. Cuando conoció a Elena, se dio cuenta que se parecía mucho a esa mujer ideal.

Florida Keys | Public Libraries
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Sin embargo, las circunstancias en las que se conocieron eran poco favorables. Esto debido a que Elena presentaba un caso avanzado de tuberculosis. Asimismo, Tanzler ya tenía una esposa y dos hijos.

A pesar del desatalentador diagnóstico de la mujer, el especialista se propuso salvarle la vida utilizando sus métodos poco convencionales

De este modo, instaló una máquina de rayos X en la casa de los padres de Elena para controlar su progreso. Además, probó con diferentes brebajes y tratamientos para poder curarla.

Wikimedia
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Desafortunadamente la mujer falleció a los 21 años, provocando un gran dolor en Tanzler, quien a pesar de los rechazos, se había enamorado locamente de ella.

Asimismo, se ofreció a pagar su funeral y mandó a construir un mausoleo de piedra en el cementerio de Key West, especialmente para Elena. Durante dos años visitó su tumba por las noches, para cantarle y conversar con ella.

Fue durante ese periodo, cuando el hombre afirmó que el espíritu de su amada se le manifestó. Según su versión, le pidió que la sacara y se llevara su cuerpo.

De este modo, en abril de 1933, Tanzler sacó el cadáver de Elena de la tumba y se lo llevó a su casa, al interior de un auto de juguete.

Florida Keys | Public Libraries
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Pero eso no fue todo, ya que para preservar el cadáver en descomposición, utilizó perchas y alambres para mantener intacto su esqueleto.

Con el propósito de reparar su rostro, le pegó sedas e introdujo ojos de vidrios en sus cuencas. Además utilizó una peluca que su madre había confeccionado y la vistió con un vestido elegante, guantes y joyas.

Para evitar el olor de la descomposición, llenó su cuerpo de perfume, además de desinfectantes y conservantes. Después de todos esos procesos, Tanzler comenzó a imaginar que el amor de su vida había regresado de la muerte.

Sin embargo, esto no fue suficiente. Incluso comenzó a planificar otros métodos de preservación más elaborados, como lanzar el cuerpo de Elena en una aeronave al espacio para que la radiación en la estratosfera ayudara a restaurarla. Eso nunca se concretó.

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Durante 7 años el hombre durmió con el cuerpo, hasta que comenzaron a surgir los rumores de que Tanzler bailaba con un cadáver frente a la ventana e incluso tenía relaciones sexuales con él.

Fue así como una de las hermanas de Elena llegó hasta su casa para encararlo y descubrió la aterradora escena. Más tarde las autoridades encontraron el cuerpo de la mujer. Tanzler fue arrestado de inmediato.

Durante los análisis, los fisiólogos hallaron un tubo de papel instalado en la zona donde se encontraba la vagina de Elena. Eso permitía que el alemán tuviera relaciones sexuales con ella.

Wikimedia Commons
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Aunque el caso era extremadamente perturbador, el hombre fue dejado en libertad, mientras que el cadáver pudo regresar a su descanso final.

Al finales de 1944, Carl Tanzler se mudó al condado de Pasco, Florida, donde hizo una réplica del cuerpo de Elena en tamaño real. 8 años más tarde falleció en su casa.

No obstante, la leyenda urbana de Florida dice que el alemán logró cambiar la estatua por el cadáver de la mujer, para poder estar cerca de ella por el resto de su vida. Sin embargo, la funeraria descartó esta versión y aseguró que el cuerpo permanece bajo tierra.