El presidente ruso Vladimir Putin se ha transformado en todo un personaje. Más allá de su rol en la política a nivel global, el mandatario ha logrado llamar la atención por una serie de particularidades en torno a su figura como uno de los líderes mundiales más prominentes de los últimos años.

De él se relatan historias que rayan en el mito, como por ejemplo que es capaz de domar a animales salvajes.

Incluso, se ha viralizado una supuesta imagen suya montando un oso, la que es falsa según reconoció el propio Putin. Lo que si, no ha negado su gusto por exhibir su tonificado torso desnudo.

Pero más allá de la ficción, el poderoso jefe de Estado ruso ha logrado llamar la atención del resto del mundo, especialmente internet, con sus singularidades.

Maestro de judo, amante de los perros, cristiano ortodoxo y héroe de cómic, son algunas de las curiosidades (comprobadas) del exespía de la KGB, que cumplirá su cuarto mandato presidencial en el Kremlin.

Origen en la pobreza

El mandatario ruso no nació precisamente en una cuna de oro. Al contrario, en su biografía autorizada relata que sus primeros años en la antigua Leningrado (actual San Petersburgo), vivió en la pobreza.

Más de alguna vez debió dormir en las calles, en donde le enseñaron a “golpear primero” para ganarse el respeto.

Pero lejos de avergonzarse, Putin se ufana de su infancia contando algunas anécdotas, como por ejemplo haber cazado junto a otros niños algunos ratones en el edificio.

Afortunadamente para él, esto no fue impedimento para que asistiera a la escuela que estaba al frente de donde vivía, desde donde pasó a la Universidad Estatal de Leningrado donde estudió derecho, graduándose con honores.

Alexey Druzhinin | Ria Novosti | Agence France-Presse
Alexey Druzhinin | Ria Novosti | Agence France-Presse

Vladimir Putin v/s Chuck Norris

Durante su época de estudiante a eso de los 14 años aprendió judo y sambo, una especie de arte marcial rusa. Esta afición la habría heredado de su madre, quien también las practicó. No obstante, ella le prohibió a su hijo que aprendiera a luchar.

Mostrando una obstinación propia quizá de la adolescencia, Putin no obedeció y comenzó a practicar judo logrando con el paso del tiempo obtener el octavo dan, y convertirse en cinturón negro.

Incluso, en 2015, la Federación Mundial de Taekwondo le otorgó el título de gran maestro, pese a no practicar esa disciplina, superando al legendario actor Carlos Ray Norris, conocido como Chuck Norris.

“Súper Putin”

Si creías que superar a Chuck Norris era lo más increíble de su historia, la verdad es que quedas corto. Resulta que Putin puede vanagloriarse de tener su propio cómic de acción, como un súper hombre que (era que no) practica artes marciales.

Enfundado en un kimono, el héroe debe usar todas sus técnicas como yudoca para salvar a un autobús que ha sido secuestrado por terroristas. Mientras que en otra de las viñetas, debe rescatar a su rival y exempresario petrolero, Mijail Jodorkovski, de un ataque de zombies.

Si bien su creador, Serguei Kalenik, ha negado haber recibido algún pago del Kremlin por su trabajo, a todas luces parece ser parte de la propaganda rusa para magnificar a su carismático líder.

"Súper Putin"
“Súper Putin”

Un ortodoxo practicante

Pese a que se especula en una relación de poder más que de fe auténtica, Putin se ha posicionado como un aliado cercano a la poderosa Iglesia Ortodoxa, donde destaca como uno de sus más fieles feligreses.

De hecho, a inicios de año participó en la fiesta de la Epifanía, tradicional ceremonia donde conmemoran el bautizo de Jesús, según publicó El País. De hecho, el ritual consiste en sumergirse durante la noche en las heladas aguas del lago Seliguer por un agujero en forma de cruz.

Consultado en un programa de la televisión rusa donde responde directamente las preguntas de sus ciudadanos, Putin evitó explicitar cuándo se había convertido.

“Esta es una pregunta muy íntima, es difícil hablar de esto en público (…) A mi parecer, cada persona nace con fe en Dios, en el alma. Solo que las personas se van dando cuenta de ello en diferentes momentos y por diferentes circunstancias”, señaló.

Pero más allá de su conversión, en Rusia hay un esticto control sobre las organizaciones religiosas a través de la ley de libertad de conciencia y organizaciones religiosas, de 1997, que patrocina algunas de las creencias “tradicionales”, como la musulmana, budismo y judaísmo, pero que excluye a la católica.

Esta relación de Putin con los ortodoxos explicaría sus políticas calificadas de homófobas, donde destaca la ley que prohíbe la propaganda homosexual, junto a otra normativa “anti-ateos” que castiga las ofensas de los sentimientos de los creyentes.

Doglover

Tal como otros dignatarios alrededor del mundo, como el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama y la reina Isabel II, el presidente Putin no ha escondido su cariño por los perros.

Se trata de Yume, Buffy y Verny, quienes han acompañado a su “humano” durante algunas actividades públicas. Yume, por ejemplo, es un perro japonés de raza Husky que la prefectura japonesa de Akita le regaló en agradecimiento por la ayuda rusa tras el catastrófico tsunami de 2011.

En tanto, Buffy es un perro de raza karakachán que también llegó como un regalo del primer ministro búlgaro, Boiko Borísov, en 2010. Y como para no romper la tradición, el año pasado el presidente de Turkmenistán, Gurbanguly Berdymukhamedov, le obsequió a Verny, un perro pastor centroasiático.

Así que ya sabes, un perro es un buen regalo para Putin.

www.kremlin.ru
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El misterio de sus hijas

El presidente ruso ha mantenido bajo estricta reserva a su familia, pero pese a sus resguardos, igualmente se han revelado algunos aspectos.

Se divorció de su esposa Liudmila en abril de 2014 según anunció el Kremlim en un comunicado oficial, lo que hasta ahora es la única vez en que se ha conocido algo de la vida privada.

De sus dos hijas, María y Katerina, no se sabe casi nada, por lo que Putin ha intentado salir al paso de los rumores entregando algunos detalles.

“Mis hijas viven y trabajan en Rusia y jamás han vivido en ningún otro lugar. Ellas han estudiado en universidades rusas y estoy muy orgulloso de ello”, aseguró Putin.

Aunque, la revelación no estuvo exenta de una velada amenaza a los medios de comunicación. “Nunca doy explicaciones sobre mi familia. Mis hijas no están involucradas en política ni en negocios. No son ‘niñas estrellas"”, sentenció.

Presidential Press and Information Office | www.kremlin.ru
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Sin embargo, desde hace unos años que se especula con que su hija menor es la estrella de rock acrobático Katerina Tikhonova, quien habría cambiado su apellido -Putina- que la vinculaba al poderoso presidente.

Lamentablemente para la prensa, y sospechosamente coincidente para el líder ruso, las únicas dos fuentes que han osado develar la verdadera identidad de Katerina, han salido a desmentir sus declaraciones.

La más patética de las excusas las dio el director de asuntos legales de la Confederación Mundial de Rock’n’Roll (WWRC), Manfred Mohab, quien luego de confirmar quien era realmente esa bailarina, se desdijo asegurando que “había mucho ruido cuando me preguntaron y no entendí la pregunta”, según recordó la prestigiosa revista Vanity Fair.