Es importante tener en cuenta que estas recomendaciones son en el caso de heridas superficiales y para personas que no tienen otras patologías.

Cuando nos hacemos una herida superficial, el primer impulso suele ser limpiarla rápidamente para evitar infecciones. Durante décadas, se ha creído que el alcohol y el agua oxigenada son los aliados perfectos para esta tarea. Sin embargo, esta práctica podría estar haciendo más daño que bien.

“Al aplicar alcohol o agua oxigenada a una herida, lo que estás haciendo es quemar los bordes, lo que podría facilitar la supervivencia de algunos tipos de bacterias, ya que son productos muy irritantes. Por lo tanto, no solo no cumplen con la tarea de desinfección, sino que agravan la herida”, explicó Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada, a BioBioChile.

La idea de que el dolor causado por estos productos es una señal de que están haciendo su trabajo es un mito peligroso. El dolor no equivale a limpieza o desinfección; más bien indica que los tejidos están siendo dañados.

En lugar de ayudar en el proceso de curación, el alcohol y el agua oxigenada pueden prolongar el tiempo de recuperación y aumentar el riesgo de complicaciones.

Entonces, ¿cuál es la mejor alternativa? Según Molina, “Lo más recomendable para limpiar heridas leves y superficiales es la clorhexidina, que es un antiséptico que no genera reacciones en pieles sensibles, como picazón, y que además tiene acción bactericida y fungicida”.

¿Qué es la clorhexidina?

La clorhexidina es un antiséptico ampliamente utilizado en entornos médicos y se encuentra disponible en forma de solución o gel. Es suave para la piel pero efectivo para eliminar gérmenes y prevenir infecciones.

Al elegir este producto, se minimiza el riesgo de irritación y se promueve un proceso de curación más rápido y efectivo.

Es importante tener en cuenta que estas recomendaciones son para personas que no tienen otras patologías y en el caso de heridas superficiales. En situaciones más complejas, como heridas profundas o personas con condiciones médicas subyacentes, es crucial buscar orientación médica adecuada.

En ese sentido, Molina agrega: “El proceso de curación puede verse deteriorado por otras dolencias o tratamientos que se consumen, como anticoagulantes o antiagregantes”. Por lo tanto, es esencial considerar el contexto médico general antes de tratar una herida y seguir las recomendaciones de un profesional de la salud.