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Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

Según explica el embriólogo Mikel Chivite, director del Laboratorio de Fecundación In Vitro de IVI, esta consiste en extraer ovocitos de la paciente o de una donante para fecundarlos en laboratorio, siendo recomendada para diferentes situaciones como endometriosis, alteraciones en la ovulación o en la calidad de espermatozoides. Este año, se conmemoraron 46 años del primer nacimiento por este método, marcando un hito en la medicina reproductiva. La tecnología actual, que incluye la Inteligencia Artificial, ha mejorado significativamente los resultados de los tratamientos de fecundación in vitro, con tasas de éxito de embarazo que superan el 95% en ovodonación en la clínica IVI.

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Por diversos motivos, como el desarrollo de una carrera profesional o el anhelo de viajar, muchas son las mujeres que retrasan la maternidad. En ese sentido, las técnicas de reproducción asistida pueden ser una opción, como la preservación o la fecundación in vitro (FIV).

Según el embriólogo Mikel Chivite, director del Laboratorio de Fecundación In Vitro de IVI, “la fecundación in vitro es un tratamiento en el que se extraen los ovocitos de una mujer -paciente o donante de óvulos- y en laboratorio se fecundan, ya sea con espermatozoides de la pareja o de un donante anónimo”.

“Después, los embriones que se crean a raíz de esa fecundación se desarrollan en el laboratorio para poder ser seleccionados y transferidos al útero de la paciente”, agregó.

Esta práctica se recomienda para casos como, por ejemplo, endometriosis; lesión en las trompas; alteraciones en el cuello del útero o en la ovulación; mujeres sin pareja; hombres con alteración en la calidad de los espermatozoides o con vasectomía previa; o parejas de mujeres homosexuales que deseen tener un hijo, entre otros.

46 años de la primera fecundación in vitro

Este año se cumplieron 46 años del nacimiento de la primera bebé nacida por FIV. Este avance tecnológico en lo que a medicina reproductiva se refiere dio pie a que la ciencia se pusiera al servicio de las mujeres y parejas que no podían tener un bebé.

Al respecto, Chivite puntualizó que “el primer bebé nacido por fecundación in vitro ya tiene 46 años. Es una mujer del Reino Unido llamada Louise Brown y fue un hito en la medicina, ya que fue, como decimos, el primer ser humano creado a través de estas técnicas”.

En esa línea, profundizó que “fue algo experimental, que nunca se había hecho. A los médicos que la realizaron les dieron el Premio Nobel gracias a lo que consiguieron”.

Hoy en día la tecnología ha avanzado de manera considerable. Incluso ha adoptado en sus procesos a la Inteligencia Artificial, que ha ayudado en los resultados de los tratamientos y permitido que las tasas en el éxito del embarazo sean más elevadas.

“La tecnología de ese entonces no tiene nada que ver con la que hay ahora. En ese momento era algo experimental, se hizo una fecundación in vitro convencional y el mismo día se transfirió el ovocito al útero. Ahora somos capaces de mantener los embriones en cultivo hasta una semana en el laboratorio”, especificó.

Cómo es la tecnología en tratamientos de FIV

El tratamiento de fecundación in vitro comienza con una estimulación hormonal para poder obtener óvulos, que una vez fecundados en el laboratorio, se implantan en el útero de la paciente para lograr un embarazo.

La finalidad de este proceso es obtener embriones de calidad para aumentar las posibilidades de ser madre. Generalmente se utiliza una técnica de fecundación llamada ICSI (Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides).

Los embriones son cultivados en el laboratorio con una supervisión constante, seleccionando después el que tiene un mayor potencial de implantación. Esto se logra gracias a un avanzado incubador llamado Embryoscope, que proporciona un registro de imágenes y vídeos del embrión desde sus inicios biológicos.

Esta tecnología -que se puede encontrar únicamente en IVI Santiago- permite ver a través de un monitor en tiempo real la división celular del embrión, capturando de este modo instantes del inicio de la vida.

Otro tratamiento en donde se utiliza alta tecnología es la preservación de la fertilidad. Ahí se utilizan los tanques computarizados de criopreservación de embriones u ovocitos.

El embriólogo destacó que “estos se criopreservan en nitrógeno gaseoso a -196 °C a través de una técnica llamada vitrificación, aunque todo el mundo le dice congelación. Estos nos permiten almacenarlos por el tiempo que sea necesario. No les afecta el paso del tiempo”.

“A medida que avanza la ciencia, la criopreservación de estas muestras también se ha optimizado, llegando a tasas superiores al 90% o 93% de supervivencia en el caso de los óvulos y en torno al 98% de supervivencia de los embriones”, manifestó.

Las tasas de embarazo de estos tratamientos incrementan a medida que aumenten los intentos. De esa manera, en la primera fecundación in vitro hay un 69,7% de éxito, mientras que en la tercera existe un 94,1% de posibilidades. En el caso del tratamiento de Ovodonación la tasa de éxito en el embarazo puede superar el 95%, según cifras de IVI.

Mediante tratamientos de reproducción asistida y a los avances en estos, la clínica IVI Santiago ha ayudado a nacer a más de 3.000 niños en Chile. Si quieres saber más, ingresa aquí.