Un especialista de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias afirmó que el uso del inhalador de salbutamol por sí solo para tratar los síntomas del asma sería poco eficaz. Por esta razón propuso un nuevo tratamiento para hacerle frente.
El médico broncopulmonar Miguel Antúnez, quien es miembro de la Sociedad Chilena de Enfermedades respiratorias, aseguró que el famoso inhalador azul de salbutamol que se utiliza en Chile para tratar el asma no sería por sí solo eficaz para controlar y disminuir los síntomas de la enfermedad en el tiempo..
En conversación con La Tercera, el experto dijo que el tratamiento más efectivo para la enfermedad es combinar el compuesto con un tratamiento con corticoides.
De hecho, un estudio internacional, en el que participó Antúnez, mostró que en Latinoamérica generalmente el salbutamol se usa como tratamiento único, pero este inhalador solo ataca los síntomas y no las causas de la afección.
Por esta razón, el experto -quien tiene un postgrado en Asma Bronquial y Trasplante de Pulmón en la Universidad de Toronto en Canadá- propuso dejar de prescribir el inhalador azul como terapia única.
Esta recomendación se genera debido a que el asma consiste en la inflamación de los bronquios y las vías aéreas, por lo que lo adecuado sería tratarlo también con antiinflamatorios.
Los más potentes y eficaces antiinflamatorios son, en respuesta, los corticoides, explica Antúnez. En este sentido, el salbutamol no cumple esa función, pues es solo un dilatador bronquial.
El tratamiento adecuado para el asma, según el experto
Y aunque este efecto dilatador ha ayudado por años a la población a enfrentar la enfermedad, lo cierto es que su eficacia suele durar muy poco tiempo, algo así como 4 horas, y en casos más severos de la enfermedad el inhalar constantes dosis de este compuesto no parece surtir mayor efecto.
“El paciente solo tiene un efecto temporal, por así decirlo sintomático, que le da una sensación de que está resolviendo el problema cuando no lo es, porque lo que él requiere es desinflamar el bronquio y no está recibiendo el tratamiento que es el corticoide”, dice el experto.
La propuesta del broncopulmonar se sustenta, según relata al mencionado medio, en que en Inglaterra se realizó un estudio que demostró que el 85% de las personas que morían a causa de una crisis de asma ingerían altas dosis de salbutamol y bajo uso de corticoides.
Una investigación uruguaya que estudió dos casos de niños, de 8 y 4 años respectivamente, que llegaron hasta Unidades de Tratamientos Intensivos tras el uso de salbutamol para aliviar crisis asmáticas, concluyó que en casos severos de la enfermedad, el compuesto puede llevar a desarrollar reacciones adversas al medicamento.
Tal como describe Nancy De Olivera, profesora adjunta de la Clínica Pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la república de Uruguay y principal autora de este estudio, el uso en dosis excesivas o continuas hizo que los menores desarrollaran hipokalemia -también conocida como hipopotasemia-, una afección que tiene entre sus síntomas “dificultad respiratoria y constipación”, según describe la revista médica Síntesis.
Debido a la similitud de los síntomas entre ambas afecciones, una respiratoria y la otra sanguínea, se usaba un tratamiento no adecuado, lo que derivaba en reacciones adversas y efectos de intoxicación del salbutamol: “Taquicardia, vasodilatación, temblor, alucinaciones, broncoespasmos”, entre otros.
Sin embargo, uno de los niños, el de 4 años, mejoró sustancialmente cuando se le complementó el tratamiento con corticoterapia, mediante la que se usó hidrocortisona y tres días más tarde estaba de regreso en casa, según se detalla en el estudio.
No obstante, el médico llamó a no descartar por completo el inhalador azul: “Uno puede pensar que es el salbutamol el que produce la muerte, pero no, es la falta de acceso a la buena terapia que es el corticoide antiinflamatorio, mientras se utiliza un medicamento que se saca de ahí a la rápida”.
Por lo tanto, especifica que el tratamiento adecuado sería un inhalador que combine al bronquio dilatador (salbutamol) y los corticoides (antiinflamatorios) con el fin de ingerir menor cantidad de dosis y lograr mayor efectividad.
