"Los datos obtenidos en este ensayo clínico muestran la seguridad y el potencial de la inmunoterapia con el virus VCN-01. Estos datos ya han sido revisados y se espera poder empezar un ensayo clínico de fase 2 con el mismo virus en la segunda mitad de 2022", detalló el líder del estudio sobre la efectividad en el tratamiento contra el cáncer de páncreas.

Un estudio liderado por los institutos españoles de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y el Catalán de Oncología (ICO) determinó la efectividad de un virus modificado genéticamente para reconocer y atacar las células tumorales del cáncer de páncreas avanzado.

Se trata de los primeros resultados de un ensayo clínico en fase 1 que publicó la revista “Journal of ImmunoTherapy of Cancer”. En dicha investigación se muestra que la administración de este virus, llamado VCN-01, “es viable y una posible nueva herramienta” en el tratamiento del cáncer de páncreas avanzado.

Loa datos fueron compartidos ayer miércoles por el Idibell mediante un comunicado. Los “alentadores” resultados preliminares de la actividad antitumoral de VCN-01 muestran que el virus es activo, llega a los tumores primarios y a las metástasis y desencadena la respuesta del sistema inmunitario contra los tumores.

Además, el estudio revela que la administración intravenosa del virus no desencadena efectos adversos importantes, y solo en algunos casos los pacientes presentan fiebre o síntomas gripales que acaban revirtiendo.

“Los datos obtenidos en este ensayo clínico muestran la seguridad y el potencial de la inmunoterapia con el virus VCN-01. Estos datos ya han sido revisados y se espera poder empezar un ensayo clínico de fase 2 con el mismo virus en la segunda mitad de 2022”, detalla el líder del estudio sobre el virus que ataca al cáncer de páncreas, Ramón Salazar.

A pesar de los avances recientes, el pronóstico de los pacientes con cáncer de páncreas es todavía “bastante pobre”, con una supervivencia media inferior a un año.

La administración intravenosa de los virus oncolíticos presenta limitaciones, ya que, por un lado, el filtrado en el hígado o el bazo reduce la disponibilidad del virus, y por otro, aumentan las posibilidades de generar efectos colaterales no deseados.

Sin embargo, el virus VCN-01, propiedad de VCN Biosciences, empresa emergente surgida del Idibell, aborda estas limitaciones a través de dos modificaciones genéticas.

En primer lugar, expresa una proteína de superficie que impide que el virus quede retenido en el hígado y que lo dirige hacia el tumor; y, además, expresa una enzima que degrada la matriz extracelular del tumor, facilitando la propagación del virus por el tumor y la acción del sistema inmunitario.