La organización Floridans Protecting Freedom, presentó ante la Corte Suprema estatal una iniciativa que propone someter a referéndum dicha ley.

Desde este miércoles, Florida ha implementado una nueva ley que prohíbe el aborto a partir de la sexta semana de embarazo. Esta medida complica aún más la posibilidad de acceder a esta práctica en el sureste de Estados Unidos, una región ya afectada por restricciones similares.

Lauren Brenzel, directora de campaña de Floridans Protecting Freedom, expresó su preocupación ante esta situación, calificándola como una crisis de salud pública que solo empeorará con la prohibición en Florida.

Lee también...

La organización logró llevar a la Corte Suprema estatal una campaña para someter a referéndum una enmienda constitucional que protegería el acceso al aborto en las elecciones de noviembre. Si se alcanza al menos el 60% de votos a favor, la enmienda permitiría el aborto sin interferencia política.

En el ámbito político, tanto grupos civiles como el presidente Joe Biden, quien busca la reelección en noviembre, están movilizando votantes en Florida.

La vicepresidenta Kamala Harris planea hablar este miércoles en Jacksonville sobre la lucha por los derechos reproductivos, según informó la Casa Blanca. Biden considera que Florida, un estado que no ha votado por un presidente demócrata desde 2012, todavía “está en juego”, y la cuestión del aborto es un elemento clave.

Brenzel señaló que esta enmienda es crucial especialmente ahora que la prohibición de seis semanas podría eliminar la posibilidad de decidir “antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas”.

Clara Trullenque, portavoz de Planned Parenthood Florida, reconoce la diversidad política del estado y la incertidumbre sobre el resultado del referendo.

Además, mencionó una encuesta reciente que indica que un 64% de los floridanos apoyan el aborto, mientras otro estudio muestra que la enmienda constitucional tiene solo un 49% de apoyo con un 32% indeciso.

Trullenque criticó la intervención de políticos y jueces en decisiones personales y médicas, recordando que “Florida ha sido un refugio para pacientes de otros estados del sureste”, una región que cuenta con aproximadamente 17 millones de mujeres en edad reproductiva viviendo bajo restricciones al aborto.