La masculinidad tóxica se refiere a patrones de comportamientos normalizados que dictan lo que un hombre “debe ser” para ser una persona digna y respetable. "Los hombres no lloran", es un clásico ejemplo de esto.
A raíz del capítulo 6 de The Last Of Us, donde el personaje de “Joel” (Pedro Pascal) rompe en llanto al hablar de sus miedos, varios medios internacionales comenzaron a decir que rompió algunos de los estereotipos de la “masculinidad tóxica”.
Esto porque generalmente en los dramas de acción, los hombres fuertes y rudos -como Joel- no suelen mostrar abiertamente sus sentimientos frente a otras personas para no parecer “débiles”.
OJO: Si aún no ves el sexto episodio de la serie The Last Of Us, te advertimos que a continuación hay una pequeña referencia a la trama de este. Si no quieres leerla, puedes saltarte al subtítulo “¿Qué es la masculinidad tóxica?”
En la comentada escena, el personaje de Pedro Pascal se sincera con su hermano Tommy (Gabriel Luna), reconociendo que teme perder a Ellie (Bella Ramsey), la niña que quedó a su cargo tras los primeros eventos de la trama. Asimismo, habla del trauma que le dejó la muerte de su hija Sarah (Nico Parker).
“Tú crees que puedo manejar muchas cosas. Pero no soy el que era, soy débil. Hay momentos en que el miedo me amenaza y siento que se me para el corazón”, dice Joel en la secuencia.
“Y tuve sueños todas las noches. No me acuerdo, solo sé que al despertar siento que perdí algo. Sueño que fallo, no dejo de fallar, todo lo que hago es fallarle a ella una y otra vez”, dice haciendo referencia a la muerte de su hija Sarah.
¿Qué es la masculinidad tóxica?
Este concepto no es nuevo, ya hace unos años el exatleta Terry Crews, famoso por ser rostro de los comerciales de la marca Old Spice, habló del tema.
“Mi padre (es un hombre tóxico). Y la toxicidad es cuando él golpeaba a mi mamá en la cara. ¿Próxima pregunta?”, dijo Crews al ser consultado durante una exposición al Comité Judicial del Senado en Estados Unidos, donde también relató su experiencia como víctima de abuso sexual para apoyar una nueva ley sobre el tema.
Pero, ¿a qué se refiere la masculinidad tóxica más en específico? Se trata de una serie de patrones de comportamientos perjudiciales normalizados que dictan lo que un hombre “debe ser” para ser una persona digna y respetable.
Un clásico ejemplo es la frase popular “los hombres no lloran”, que deriva de la exigencia social de que los hombres repriman sentimientos como la tristeza o el miedo porque no “deben” mostrarse sensibles, débiles o vulnerables. Mientras, se celebra el “hacerse respetar” incluso a golpes.
Octavio Salazar, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Córdoba, investigador de género, masculinidades y derechos LGTBI y autor de El hombre que no deberíamos ser (Planeta, 2018) dijo al diario El País que “es fundamental que cambiemos el imaginario que tenemos sobre la masculinidad”.
“Hay toda una construcción simbólica de qué es ser hombre que tiene que cambiar también desde lo cultural: lo que lees, lo que ves…”, indicó.
El experto explica que la masculinidad tóxica instaura la agresividad y la invulnerabilidad como valores inherentes de un hombre “de verdad”, rechazando cualquier característica considerada “femenina” como la debilidad, fragilidad o la sensibilidad.
“La sociedad en la que vivimos legitimiza el uso de la violencia para probar la masculinidad. En este mundo el más ‘macho’ es el que prueba que puede controlar todo a su alrededor y esa premisa es bastante peligrosa cuando se combina con armas, problemas mentales o fanatismo”, indicó a la revista Men’s Health, Vanessa Izaguirre, periodista venezolana residente en Canadá y Máster en Estudios de Género.
“A los hombres se les inculca una masculinidad tóxica que no los deja ser seres humanos, sino que los empuja a encajar en un patrón del ‘macho alpha’”, añadió.
Las consecuencias de la represión emocional
La represión emocional y la presión por cumplir ciertos cánones puede tener consecuencias nefastas para la salud mental de los hombres.
Celia Falcov, profesora clínica en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California-San Diego y autora de Familias Latinas en Terapia, indicó a la revista Alternet que el temor a ser percibido como vulnerable o débil también puede impedir que hombres o niños pidan ayuda cuando es necesario
Esto ha derivado, entre otras cosas, en que los hombres se suiciden más. La tasa entre hombres que se quita la vida -según la doctora en psiquiatría Anne Marie Möller Leimkühler- es al menos tres veces más alta que entre las mujeres.
“El suicidio es la principal causa de muerte en hombres de entre 20 y 45 años, y es tres veces más frecuente que los accidentes de tránsito”, agregó.