De acuerdo a la encuesta realizada por Educación Pública, al menos, el 29% de los estudiantes de enseñanza media han sido víctimas de cyberbullying.

A comienzos de febrero la noticia del suicidio del pequeño Drayke Hardman a causa del bullying, conmovió a todo el mundo. El niño de 12 años era víctima de acoso escolar reiterado.

Este hecho hizo que la atención se pusiera sobre los niños que son víctimas de bullying, pero también en los potenciales victimarios.

A través de diversas campañas en redes sociales, muchos padres se comprometieron a no “formar victimarios” de acoso escolar.

Sin embargo, este tipo de hostigamiento no solo se mantiene en la dimensión física, sino que también ha emigrado a la cyber realidad.

En redes sociales, páginas web y videojuegos el cyberbullying también se hace presente y con características aún más preocupantes que las de la vida real.

Durante el aislamiento provocado por la pandemia, el mundo digital se presentó como una solución para interactuar en diversos ámbitos de la vida cotidiana. Para socializar, tomar clases, trabajar e incluso hacer fiestas a larga distancia. No obstante, esto también mostró su lado negativo.

Según el último estudio de Educación Pública sobre la materia, el 11% del cyberbullying ejercido contra niños de enseñanza básica -es decir, menores de 14 años- se da en videojuegos.

Aunque, la cifra decae en los escolares de enseñanza media -menores de 18 años- a un 5% en esta misma dimensión.

¿Por qué es tan común el cyberbullying en los videojuegos?

Frente a estos resultados, la psicóloga de Nueva Clínica Cordillera, María Jesús Mena, explicó que las razones para ejercer bullying en los videojuegos se deberían al anonimato que permiten estas plataformas.

“En los videojuegos se produce mayor cantidad de bullying y más extremo” afirmó, “hay un anonimato del victimario y los espectadores pueden ser miles. Entonces no hay control sobre el espacio” el cual “al ser virtual se expande completamente”, explicó.

Para la profesional el problema del hostigamiento también yace en la naturaleza de los videojuegos: “[Para los jugadores] pareciera natural que se deben someter a un espacio agresivo, donde además son premiados por esas conductas”.

Esta característica, según Mena, provoca que los usuarios “naturalicen la toxicidad de los juegos” por lo que se “normaliza la situación de agresividad”.

Sobre los victimarios, la profesional asegura que el anonimato que les confieren estas plataformas causan que “se pierda el sentido de responsabilidad”, lo cual también provoca que las víctimas no puedan afrontar la situación, generándoles “mayor frustración y ansiedad”.

Efectos del cyberbullying en la salud mental

De acuerdo a la psicóloga de Nueva Clínica Cordillera, el hostigamiento -en cualquiera de sus dimensiones- puede ocasionar daños fisiológicos en la víctima.

“Nuestro cerebro, cuando se ve sometido a un constante estado de alerta, entra en un mecanismo de supervivencia”, explica la especialista.

Por lo tanto, “aumenta el cortisol, lo que hace que se genere un estrés más tóxico y, en consecuencia, se manifiestan conductas de irritabilidad y más agresivas, junto con una poca tolerancia a la frustración”, detalla sobre los efectos del bullying en la salud física de los menores.

Sobre los efectos en la salud mental, Mena, detalla que se pueden desencadenar “problemas de autoestima, depresión y trastornos ansiosos”, sumados a dificultades cotidianas como “alteraciones del sueño, de alimentación, rendimiento escolar y la socialización”.

No obstante, según la profesional, el panorama cambia cuando se trata de cyberbullying: “Los efectos que este [acoso] genera se controlan de manera diferente” esto, ya que “en un medio digital se pierde el control, puesto que se expande y no hay claridad de quienes son los espectadores ni el agresor”.

Para la profesional, la mejor forma de evitar estos episodios de hostigamiento en línea es manteniendo conversaciones de valor con los menores y representar una figura de confianza y apego para ellos.