Debido al aprendizaje remoto a través de plataformas como Zoom, niños de todo el mundo se han visto en la necesidad de aprender desde casa. Asimismo, mediante las cámaras de sus dispositivos han expuesto parte de su realidad, lo que podría convertirlos en blancos de acoso escolar por parte de sus compañeros, a través de redes sociales.

Se trata del denominado cyberbullying, que puede incluir enviar mensajes maliciosos o amenazantes, publicar fotos o videos vergonzosos de alguien o crear perfiles falsos para acosarlo.

A continuación te mostramos 5 conductas que deberías tener en cuenta, para reconocer si tu hijo está siendo víctima de ciberacoso:

1. Cambian repentinamente la cantidad de tiempo que pasan en sus dispositivos

Probablemente tengas una idea aproximada de cuánto tiempo pasa tu hijo conectado a su celular o computador. De ese modo, si notas un aumento o una disminución significativa en ese periodo, podría ser una señal de que está siendo acosado.

“Si su uso de tecnología aumenta repentinamente, es posible que estén rastreando lo que un ciberacosador publica sobre ellos en línea y cómo sus compañeros comentan”, advierte Richardson-Quamina, terapeuta que se especializa en acoso en línea, al diario electrónico Huffington Post.

De lo contrario, si el niño deja de usar sus dispositivos repentinamente, es posible que esté tratando de evadir la situación por completo.

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2. Se vuelven más reservados cuando utilizan sus dispositivos

Otra de las conductas para estar alerta, es cuando se vuelven más reservados a la hora de utilizar su celular. Eso podría reflejarse en salir de la habitación para revisarlo o cerrar las aplicaciones cuando pasas cerca de él o ella.

“Si apagan inesperadamente los dispositivos cuando otras personas se acercan, se niegan a hablar de lo que hacen en línea o se molestan o agitan cuando intentas hablar de esto con ellos, es posible que estén intentando ocultar el hecho y siendo intimidados“, destaca un blog de la Universidad de Maryville.

3. Se ponen de mal humor o deprimidos después de pasar tiempo con los dispositivos

Si bien los cambios de humor repentinos pueden ser comunes en los niños y adolescentes, debes estar alerta si observas un patrón de nerviosismo después de usar sus dispositivos.

Es posible que esperes ver enojo, tristeza o frustración, pero también busca señales como ‘felicidad forzada’ que puede ser el intento de su hijo por enmascarar lo que realmente está sucediendo”, explica el especialista. “Cuando se trata de reacciones físicas al ciberacoso, busca signos de nerviosismo, ansiedad o nerviosismo“, agrega.

Por otra parte, si tu hijo comparte una situación de acoso cibernético contigo, no le quites la tecnología, sino más bien, toma medidas para que se sienta seguro. “Esto reforzará el mensaje de que no es su culpa y lo alentará a mantener la conversación abierta sobre cualquier otro comportamiento negativo en línea“, asegura.

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4. Dicen que están lidiando con un “drama”

Si tu hijo se abre contigo, considera que es posible que no llame “ciberacoso” a lo que le está pasando. En cambio, pueden señalar que están lidiando con un drama o “chismes” en su contra.

“Términos como acoso cibernético, sexploitation , suplantación de identidad, denigración o exclusión nos alertan sobre la magnitud de lo que están pasando, pero un niño probablemente no va a usar ninguno de estos términos”, explica el terapeuta.

“Por lo tanto, es importante para nosotros poder ‘hablar su idioma’ cuando se trata de ciberacoso”, enfatiza el experto. Asimismo, si logras comprobar que el menor es víctima de ciberacoso, es primordial hacer uso de las funciones de seguridad y privacidad del celular, como bloquear el número de teléfono o el perfil de redes sociales del acosador.

5. Cambios en sus hábitos

Además del plano digital, el acoso puede provocar problemas de salud física y mental en los niños, advierte Bailey Huston, coordinadora del Centro Nacional de Prevención del Acoso de PACER .

“Esto pueden ser problemas para dormir, baja autoestima, aumento del miedo o la ansiedad o sentimientos de alienación”, describe sobre algunos síntomas que también incluyen frecuentes dolores de estómago y de cabeza.

“También puede ver cambios en los hábitos alimenticios, evitar situaciones sociales, crisis frecuentes o aumento de la irritabilidad“, complementa la trabajadora social clínica licenciada Katie Hurley.

Debido a esto, es fundamental tomarse un tiempo cada semana para hablar con sus hijos sobre cómo se sienten en redes sociales. Es importante que estas discusiones sean continuas y productivas.