Una militar estadounidense de 28 años fue diagnosticada con la enfermedad de moyamoya luego de sentir un hormigueo en su brazo izquierdo mientras hacía ejercicio. Aunque ella creyó que se trataba de una lesión antigua en su hombro, en realidad eran miniaccidentes cerebrovasculares.

Una mujer de 28 años descubrió que tenía la enfermedad de “moyamoya” mientras entrenaba crossfit, el dolor y entumecimiento que sintió lo atribuyó a una antigua lesión que tenía en el hombro, sin embargo, se trataba de “pequeños” accidentes cerebro vasculares.

Jia Wu de 28 años, comenzó a sentir un raro hormigueo en su brazo izquierdo mientras entrenaba, ese entumecimiento se extendió desde sus dedos hasta el lado izquierdo de su cara, lo que la hizo sentir muy débil al punto de casi caer.

Inicialmente, la militar pensó que se trataba de una antigua lesión que tenía en el hombro, aunque también culpó al calor y el desgaste físico de su entrenamiento de crossfit en Qatar, según recogió Insider.

Sin embargo, desde ahí los síntomas no cesaron. Una de las señales más constantes fueron los espasmos en su mano izquierda, los cuales ocurrían cada dos o tres días por varios meses.

Jia describió el malestar como si su mano se cayera de la nada, por lo que decidió acudir a un médico en Estados Unidos. Para ese entonces, ya habían aflorado los síntomas neurológicos.

“Estaba empezando a arrastrar el habla, tenía el ojo izquierdo caído después de parpadear y experimentó una sensación general de niebla cerebral que afectó su capacidad para trabajar”, contó al portal web.

Enfermedad de Moyamoya

A partir de estos antecedentes, la mujer fue diagnosticada con la enfermedad de Moyamoya, un tipo de afección que afecta los vasos sanguíneos, explica Clínica Mayo.

Esta consiste en que la “arteria carótida del cráneo se bloquea o se estrecha, y reduce el flujo sanguíneo al cerebro”, añade el sitio web de salud.

A partir de esto crecen vasos sanguíneos diminutos en la base del cerebro para intentar irrigarle sangre.

La afección termina causando miniaccidentes cerebrovasculares e incluso sangrado cerebral. En el largo plazo puede provocar mal funcionamiento del cerebro, retrasos o discapacidades cognitivas y del desarrollo.

Signos y síntomas

Tal como en el caso de Jia, la clínica explica que algunos síntomas de alerta pueden ser dolor de cabeza, convulsiones, entumecimiento o parálisis de un lado del cuerpo, alteraciones visuales, afasia, retraso cognitivo y movimientos involuntarios.

Estos malestares son similares a los de un ACV común, sin embargo, puede originarse con el ejercicio, el llanto, la tos, el esfuerzo o la fiebre.

Actualmente, Jia está retirada del ejército estadounidense y tuvo que ser operada dos veces antes de cumplir los 30 años para prevenir episodios más graves de la enfermedad.