Fue en las últimas horas que la licenciada en Comunicación Social Gissella Gallardo reveló que sufrió un infarto o trombosis pulmonar, razón por la que debió ser ingresada a una clínica de Santiago. Fotografías publicadas por ella la muestran en el recinto asistencial, mientras es acompañada por su esposo, el futbolista Mauricio Pinilla. ¿De qué se trata la afección?

Tras la preocupación de sus seguidores, en Instagram confirmó que “efectivamente tengo un infarto al pulmón-trombosis pulmonar” y aclaró que “no tengo covid, gracias a Dios y nunca he tenido”. “Ahora a cuidarme más que nunca, para no volver a pasar por este dolor y angustia. Gracias a mi familia y amigos por estar siempre y sobretodo a Dios por una nueva oportunidad”, sentenció.

Y si bien no existen detalles sobre su diagnóstico, la Clínica Mayo señala que el infarto pulmonar podría ser una patología mortal. Según cifras de la institución, al no ser diagnosticada a tiempo, podría procovar la muerte de alrededor de un tercio de los pacientes.

El cirujano vascular de la Clínica Universidad Los Andes Lucien Chassin-Trubert, explicó a BioBioChile que “el tromboembolismo pulmonar es el bloqueo repentino de una arteria principal del pulmón”.

“Por lo general, es debido a un coágulo de sangre que se desarrolla en otra parte del cuerpo, principalmente en las venas profundas de las piernas, desde donde se desprende y viaja por el torrente sanguíneo hacia el pulmón, produciendo un bloqueo del núcleo del corazón e impidiendo tomar oxígeno”, agregó.

Según continuó, se trata de una emergencia médica que, insistió, puede resultar en la muerte si es que no se recibe una atención oportuna. “Incluso, una vez ya transcurrido el período de alto riesgo -que corresponde aproximadamente a la primera semana- los coágulos del pulmón necesitarán meses o años para disolverse por completo”, especificó.

Esto, señaló, podría conllevar el desarrollo de hipertensión pulmonar, que incluye dificultad para respirar e intolerancia al ejercicio.

La afección puede estar ocurriendo sin ninguna señal, aseguró el especialista. “Un porcentaje importante de los pacientes con trombosis de las venas profundas de las extremidades inferiores puede tener un tromboembolismo asintomático”, dijo. En estos pacientes, el problema es detectado sólo a través de exámenes.

Los síntomas, por otro lado, pueden aparecer abruptamente. “Podrían incluir repentina falta de aliento, dolor agudo en el pecho a menudo agravado por la tos o el movimiento, dolor de espalda, sudoración excesiva, taquicardia y respiración agitada”, detalló.

La Clínica Mayo, en tanto, advierte que entre los factores de riesgo se encuentran enfermedades cardiovasculares, cirugías recientes, tabaquismo, sobrepreso, trastornos de la coagulación y la reciente enfermedad del covid-19. Incluso, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la afección “puede ser un riesgo grave para algunas de las personas que hacen viajes de larga distancia”, debido a estar sentado durante amplio tiempo en un espacio reducido.