Este 13 de octubre se celebra el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, el cual busca crear conciencia y generar una cultura enfocada en la preparación, en la comprensión del riesgo y, sobre todo, en entender que los desastres no son naturales, sino que lo son las amenazas. Son éstas las que pueden afectar gravemente a una comunidad cuando hay falta de planificación y preparación.
Nuestro país posee una alta exposición a amenazas naturales, lo cual desafía y hace urgente seguir avanzando en temas de preparación que ayuden a mitigar los efectos negativos que se puedan generar ante la ocurrencia de un fenómeno.
En la actualidad, desde Movidos x Chile vemos como una oportunidad la creación de una nueva institucionalidad a través de la conformación de un servicio público enfocado exclusivamente en la prevención y respuesta, tal como sucede en otras partes de Latinoamérica. Esta institución, llamada muchas veces Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Emergencias (SINAPRED), vendría a potenciar la labor que realiza ONEMI, respondiendo a los desafíos que exige la gestión del riesgo de desastres.
Es aquí donde las organizaciones de la sociedad civil tenemos la responsabilidad de incorporarnos y aportar, apropiándonos de espacios que se generan. A través de la experiencia y del conocimiento de los territorios podemos relevar características y particularidades de cada uno; desafío que varias organizaciones hemos asumido destacando la importancia que tiene el trabajo articulado y el aporte que podemos hacer desde los distintos ámbitos de la gestión del riesgo.
Queremos continuar enfocando los esfuerzos que permitan por medio del trabajo en red fortalecer la preparación, relevando la importancia de la organización y planificación tanto individual como comunitaria, valorando los esfuerzos que las distintas organizaciones hacen para esto desde el aporte tanto en la preparación como en la respuesta.
La gestión del riesgo de desastres no es sólo la respuesta a emergencias y la entrega de elementos que permitan enfrentarlas. Existe una tarea previa, en donde cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de prepararse y no sólo reaccionar cuando alguna amenaza impacte a nuestra sociedad.
Queremos invitar a todos los actores de la sociedad, ya sean empresas, academia, organizaciones sociales, entre otros, a que incorporen la preparación dentro de su accionar, y que trabajemos por un Chile más preparado.