Primero fue el estallido social, luego la pandemia y ahora un nuevo gobierno dispuesto a tomar decisiones que podrían perjudicarlas. Las Pymes que han logrado sobrevivir tienen un panorama difícil ante sus ojos. Y esto, sin mencionar la guerra que, pese a la lejanía geográfica, se deja sentir en materia económica.

Estamos en las primeras semanas del gobierno del presidente Gabriel Boric, quien en materia económica ha realizado una serie de anuncios en relación al salario mínimo y al alza de impuestos. Lo anterior, sin duda, tendrá repercusiones en las Pymes, las cuales se vieron afectadas primero por el estallido social y luego por la pandemia.

Es importante considerar que una Pyme es más que un rut y que el cierre de muchas de ellas, afecta a miles de familias. Cada emprendedor es una familia que forma parte del entramado social que se ha visto afectado en estos dos últimos años y medio.

Durante estos años se entregó una serie de beneficios fiscales, como la postergación del pago del IVA y las contribuciones, lo que no significó que la obligación desapareciera, sino que se generara una acumulación de deuda con el Fisco, que deberán comenzar a pagar las Pymes. Lo mismo ocurre con los créditos Fogape. A lo que se suman las deudas tributarias y la alta inflación.

Además, hay que considerar los efectos a nivel global en la cadena de suministro de productos y el consecuente aumento del valor del transporte de mercadería a su destino, producto de la pandemia y ahora también de la guerra de Rusia con Ucrania, que ha elevado el precio de los combustibles.

Se aproxima una reforma tributaria, que viene a sumar impuestos y más cambios a nuestro ya parchado y cada vez menos entendible sistema tributario. Las reformas en los impuestos tienen el potencial de destruir el crecimiento, afectando directa o indirectamente a las Pymes.

Esta reforma debería excluir a las Pymes del alza de impuestos y mantener la reducción de la tasa de Impuesto a la Renta que termina el 2023. Volver inmediatamente a la tasa de un 25% podría afectar seriamente sus flujos de caja. Además, se debería fomentar una agenda pro inversión de las Pymes con incentivos y franquicias tributarias, de modo de generar una reactivación más rápida.

Se hace necesario generar espacios de diálogo y búsqueda de soluciones para ir en ayuda de las Pymes, lo que junto con generar una recuperación, ayudará también en la recuperación del empleo que se ha perdido, por tanto se debe realizar una labor en conjunto entre los Ministerios de Economía y Trabajo y las asociaciones de emprendedores.

Los años que vienen no serán fáciles en materia político-económica, por lo que para lograr un crecimiento sostenido y generar trabajo e inversión se requerirá analizar todos los efectos de las acciones del Gobierno, en cómo afectarán a las Pymes y su reactivación, excluyendo cualquier política que tienda a un mayor costo o perjuicio para éstas.

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile