A la luz de los cambios que el país está viviendo, cada vez debemos ser más las instituciones dispuestas a avanzar en la modificación de conductas aprendidas y así transitar hacia una salud integradora y que definitivamente reivindique el rol fundamental que las mujeres hemos cumplido a lo largo de la historia.

El Hospital Barros Luco es uno de los centros asistenciales más grandes y emblemáticos del país. Abarca una población superior a un millón 200 mil personas de la zona sur de la región Metropolitana y, sobre esa base, cuenta con un crecimiento y una rotación constante del recurso humano.

Esto, obliga a que nuestros equipos estén en una permanente capacitación en materia de género y trato digno, considerando que, tanto a nivel central como en las distintas reparticiones del ministerio de Salud y el Estado, debemos seguir avanzando en la reivindicación del rol protagónico y propio de la mujer en la sociedad, más aún, en el contexto del cambio social y cultural que estamos viviendo.

Así, nuestro personal debe ser consciente de lo indispensable que es el buen trato y la humanización de la atención, como así también, estar internalizado respecto de principios como la igualdad de género, vista como el objetivo final y equidad, como el mecanismo para su consecución.

Así también, debe saber detectar y rechazar conductas normalizadas, tales como el micromachismo, muchas veces, tanto o más dañino que el propio machismo o como la violencia de género.

En este contexto, hoy un 25% del total de funcionarios y funcionarias capacitadas en 2021 en esta institución, lo hizo en cursos que tratan directamente el componente de género, mientras que un 30% de los cursos que se imparten considera esta materia, manteniéndose aún una brecha importante, pero que, gracias al interés manifestado por los equipos clínicos y administrativos, creemos se estrechará durante este y los próximos años.

De igual forma, las instituciones debemos avanzar en una mayor paridad de género en cargos en los cuales se toman importantes decisiones. Hoy, de un total de nueve directivos, seis somos mujeres, quienes somos parte de una dotación total compuesta en un 70% por mujeres técnicas, administrativas, auxiliares y profesionales, que día a día dan respuesta a los cientos de miles de usuarios de la red.

Por último, la evolución del personal de salud debe considerar a la inclusión como un eje y una directriz aplicable en el día a día, respetando la diversidad sexual y evitando manifestaciones y malas prácticas como el sexismo y la discriminación, como así también, la incorporación definitiva de que toda conducta con atisbos de violencia física o verbal, no puede ser aceptada bajo ningún criterio, se produzca ésta entre pares o se genere durante el proceso de atención.

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