El propósito de esta reflexión, entonces, no es celebrar victorias ni señalar culpables, sino instituir un estándar de responsabilidad empírica. Las encuestas no deben ser oráculos: deben ser mediciones. Y en esa tarea, la precisión es una forma de ética.
Las encuestas electorales no solo miden a los votantes; también miden el clima político y, de hacerse bien, los procesos profundos de la sociedad. Son una fotografía imperfecta del presente, pero a la vez, un espejo de nuestras expectativas colectivas.
Desde 2020 hasta 2025, Chile ha vivido un ciclo político de enorme volatilidad: tres plebiscitos constitucionales, dos primarias presidenciales y una elección presidencial con segunda vuelta. Siete procesos nacionales en apenas cinco años y estamos ad portas de otro. En ese contexto, las encuestas se convierten en un termómetro y, a veces, en una fiebre.
En La Cosa Nostra decidimos someter a examen a quienes examinan. Y someternos. Somos actores en este conjunto de empresas que buscan posicionarse en el marco del difícil arte de la predicción.
El resultado es un estudio empírico que compara la precisión de las principales encuestadoras del país en cada uno de esos siete procesos, contrastando sus últimas publicaciones antes de la veda con los resultados oficiales del SERVEL.
Se trata de un ejercicio simple en su formulación —comparar predicción y realidad—, pero complejo en sus implicaciones: el ranking resultante no mide influencia ni simpatías, sino desempeño objetivo.
Esta columna, además de referir al ranking de las encuestadoras, pretende señalar la necesidad de ciertas regulaciones para las organizaciones que proveen a la sociedad de estos resultados.
Un método transparente
Lo cierto es que hemos hecho un ranking. Expliquemos cómo.
La comparación se realizó bajo un criterio homogéneo: solo se consideraron las encuestas publicadas antes del inicio de la veda legal. En cada caso se midió la distancia entre las predicciones y los resultados efectivos, expresada en puntos porcentuales.
Luego se sumaron las diferencias por cada opción —ya fuera candidato o alternativa plebiscitaria—, generando un puntaje total de desviación por elección.
Finalmente, se promedió ese puntaje en todos los procesos en que participó cada encuestadora, ajustando los valores según el número de candidatos u opciones, para evitar sesgos derivados de la magnitud de cada elección.
Así, el informe busca establecer una rendición de cuentas empírica: mostrar qué tan cerca o lejos del resultado real estuvo cada actor de la industria demoscópica.
Resultados que hablan
Los datos del ranking final son los siguientes:
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El ranking general ubica a La Cosa Nostra como la encuestadora más precisa del quinquenio, con un promedio de desviación de 2,8 puntos respecto a los resultados oficiales. Esto significa que la distancia con la realidad es de casi tres puntos por cada objeto medido (candidatos u opciones plebiscitarias).
En segundo lugar se encuentra Cadem con 4,4 puntos de distancia por cada objeto y Black & White aparece en el tercer lugar con 4,7.
Estas tres encuestadoras componen el grupo de alta precisión en el ecosistema chileno de encuestas.
Detrás aparecen Feedback, UDD (Panel Ciudadano), Data Influye, Activa y Criteria, con diferencias que oscilan entre los 4,6 y 7,2 puntos promedio.
Es importante hacer una observación: Feedback aparece una décima mejor que Black & White, pero hizo menos de la mitad de las predicciones y, por tanto, su riesgo es menor. Como equipo tuvimos la duda de qué hacer con encuestadoras que solo habían hecho predicciones en algunos procesos, decidimos que seríamos exigentes y cada encuestadora que se encuentre próxima a otra (iguales o una décima de distancia) supondría priorizar la que midió más.
Entre todas las empresas evaluadas, solo dos —La Cosa Nostra y Criteria— realizaron predicciones en los siete procesos electorales del período. Cuatro lo hicieron en seis, y otras tres en un número menor de casos.
El contexto importa
El período 2020–2025 incluye transformaciones significativas en el comportamiento electoral. Las tres últimas elecciones se desarrollaron bajo voto obligatorio, lo que supuestamente puso a prueba la capacidad predictiva de los modelos tradicionales.
También es importante considerar que las encuestas no solo miden intención de voto: construyen expectativas, influyen en la agenda mediática y condicionan la percepción del “clima electoral”. Su precisión —o su error— tiene consecuencias simbólicas, políticas y económicas.
Más allá del ranking
El informe concluye que la industria encuestadora chilena exhibe un rendimiento heterogéneo, con un pequeño núcleo de alta precisión y un amplio segmento con resultados erráticos. Pero el mensaje de fondo es otro: el sistema político necesita mecanismos de evaluación técnica, no solo de intuición o de fe mediática.
La transparencia metodológica no es un lujo académico, sino una condición de salud democrática. Si las encuestas influyen en el voto, deben también someterse al escrutinio de los datos.
El propósito de esta reflexión, entonces, no es celebrar victorias ni señalar culpables, sino instituir un estándar de responsabilidad empírica. Las encuestas no deben ser oráculos: deben ser mediciones. Y en esa tarea, la precisión es una forma de ética.
Sugerimos a este gobierno o al que venga un par de conductas mínimas:
– Que toda encuesta que se publique en prensa deba subir a un repositorio del Ministerio Secretaría General de Gobierno su informe y base de datos, antes de enviarla a la prensa.
– Que al iniciarse la veda de encuestas, cada encuestadora entregue al ministerio señalado su predicción, con sus metodologías de cálculo al respecto.
– Que se exija, justo antes de la veda, un informe oral de cada encuestadora, que se transmitirá por algún medio o canales de Internet, donde se dé una perspectiva de todo el año, qué procesos vislumbraron y qué rasgos investigativos son relevantes d destacar.
Hay mucho más que analizar y evaluar (incluyendo la idea misma de la veda), pero estas medidas propuestas solo se concentran en una dimensión: mejorar la rendición de cuentas de las encuestadoras.
Puedes ver el documento del Ranking en este enlace.
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