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El sicario venezolano Alberto Carlos Mejía, acusado del asesinato del "Rey de Meiggs", fue liberado tras un posible error humano de un funcionario del Poder Judicial. Formalizado como Osmar Ferrer por el crimen encargado por Wilson Verdugo, se emitieron resoluciones confusas que culminaron en su liberación, a pesar de la orden correcta enviada a Gendarmería.
El posible error de un funcionario sería el detonante de la libertad de Alberto Carlos Mejía, el sicario venezolano acusado de matar al “Rey de Meiggs” y que fue liberado en circunstancias que están siendo investigadas por la Fiscalía.
Mejía fue formalizado en el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, bajo la identidad de Osmar Ferrer.
Él quedó en prisión preventiva junto a otros dos compatriotas por el asesinato de José Reyes Ossa. Este habría sido encargado por el empresario gastronómico Wilson Verdugo.
Sin embargo, el 10 de julio pasado, un día después de su formalización, el sicario vinculado al “Tren de Aragua” fue liberado luego de una cadena de situaciones que están siendo investigadas por el fiscal Metropolitano Occidente, Marcos Pastén.
Todo surge porque la primera resolución que decretaba la prisión preventiva de Mejía, tenía un error en la identidad. Por ello, se emitió un segundo documento que anulaba la decisión y finalmente una tercera resolución con el nombre correcto, confirmando la prisión.
Pese a que la resolución correcta fue enviada alrededor de las 14:00 del 10 de julio a Gendarmería, igualmente Mejía fue liberado seis horas después.
Un posible error humano
La Corte Suprema analizará hoy o el lunes un informe de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, organismo que revisó en qué punto pudo generarse el problema que terminó con el sicario libre.
Según El Mercurio, el reporte estima que no hubo un problema informático, sino un eventual error humano de un funcionario que envió a la cárcel de Santiago 1 la resolución que anulaba la prisión preventiva.
Dicho documento era solo de manejo interno y nunca debió enviarse a Gendarmería, lo que podría haber generado confusión.
Todo esto, pese a que tal como se mencionó anteriormente, la institución que resguarda los penales de Chile igualmente recibió el oficio correcto que confirmaba que Mejía debía mantenerse tras las rejas.
Ahora será la Fiscalía Occidente la que deberá determinar si hubo dolo en esta situación que terminó con la libertad del sicario, quien el 12 de julio ya había huido hacia Perú.