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Cada año, aproximadamente 24 mil objetos se extravían en el Metro de Santiago, siendo alrededor de 2.500 los que caen a las vías del tren. A diario, se estima que unos 7 artículos se pierden en la línea subterránea. A pesar de que solo el 15% de los objetos perdidos son reclamados, existe un protocolo para recuperarlos. En caso de que un objeto sea visible en las vías, el Metro cuenta con herramientas para rescatarlo de forma segura y entregarlo a su dueño. Si no es posible recuperarlo de inmediato, se registra la información del pasajero afectado y se le notifica para que pueda reclamarlo en un plazo de 30 días. Posteriormente, los objetos no reclamados se gestionan según su naturaleza, derivando cédulas de identidad al Registro Civil, pases escolares a la Junaeb y otros artículos a subastas públicas.
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