La Corporación Nacional del Cáncer (Conac) inició este lunes su campaña anual llamada #JuntasSomosMásQueCualquierCáncer, para que las mujeres desde los 40 años de edad establezcan un programa sistemático de chequeo, incluyendo un examen clínico especializado de mamografías y ecotomografías mamarias, junto a la auto palpación entre los controles.

El riesgo de sufrir cáncer de mama aumenta desde los 40 años, pero las mujeres con antecedentes familiares deben iniciar las mamografías entre los 30 a 35 años.

“En Chile los números son alarmantes: cada año se diagnostican alrededor de 4.200 nuevos casos (43,2 x 100.000) y mueren aproximadamente 1.500 mujeres (15,5 x 100.000)”, señaló la organización en un comunicado.

Los factores de riesgo más significativos son la edad y los antecedentes familiares de cáncer de mama y ovario. En Chile, 7 de cada 10 mujeres diagnosticadas son mayores de 50 años.

La detección temprana con una mamografía de buena calidad es clave, examen que puede realizarse en dependencias de la Conac junto otros procedimientos como la ecotomografía mamaria, biopsia core, ecotomografía abdominal, tiroides, testicular, renal y pélvica; Densitometría Mineral Ósea (DMO).

Por ello, el llamado es a estar alerta ya que durante la pandemia se ha incrementado la incidencia del cáncer de mama, que desde hace décadas es el más frecuente en la mujer y la primera causa de muerte por esta enfermedad en todo el mundo.

Consejos para evitar la enfermedad

– Llevar una dieta equilibrada, evitando el abuso del alcohol.
– Realizar ejercicio en forma regular: lo recomendado son tres horas de ejercicio semanal.
– Evitar el sobrepeso. Las mujeres obesas tienen más riesgo de cáncer de mama que las mujeres con peso normal.
– Evitar fumar.

Síntomas y signos de alerta

– Aparición de un bulto o nódulo duro, que se puede detectar a simple vista o al tocarse la mama.
– Cambio de aspecto, reducción, hundimiento o secreción del pezón.
– Cambio de forma, simetría o aumento de tamaño en el contorno de las mamas.
– Engrosamiento o endurecimiento del tejido de las mamas.
– Engrosamiento, inflamación o apariencia de piel de naranja en las mamas.

Factores de riesgo más frecuentes

– Genética: Ser portadora de la mutación BRCA1 y BRCA2, o contar con antecedentes familiares de cáncer de mama u ovarios.
– Edad: El riesgo aumenta a medida que avanzamos en edad, especialmente sobre los 45 años.
– Gestación: Hay mayor riesgo si el primer hijo se tiene después de los 30 años.
– Antecedentes personales: Haber presentado una menstruación temprana o menopausia tardía, así como ya haberse tratado un cáncer de mama previo.
– Hábitos: Una dieta rica en grasas, la obesidad, y el consumo de tabaco y alcohol también son factores de riesgo.