Desde la Fiscalía Metropolitana Centro Norte se refirieron al hallazgo del cuerpo de Fernanda Maciel Correa al interior de una bodega de Conchalí, lugar que ya había sido periciada en otras oportunidades por el mismo caso.

La fiscal Macarena Cañas explicó el porqué -pese a haberla periciado en otras oportunidades- no encontraron rastros de la joven que estaba desaparecida desde febrero de 2018, fecha en la además presentaba un embarazo de siete meses.

“Ustedes deben considerar que el sitio donde se encontró Fernanda consta de más de 700 metros cuadrados. Además en el lugar se almacenaban unos rollos enormes de tela, habrían fierros además de grandes dimensiones”, explicó.

La fiscal además señaló que “físicamente el lugar donde se encontraba Maciel, estaba en una excavación de más de 70 centímetros, sobre la cual se puso cal para efectos de que no salieran olores del cuerpo y sobre ella una losa de cemento”.

Sobre esto mismo, aseguró que la víctima -que medía cerca de 1,50- se encontraba en posición fetal, por lo que “el espacio que ocupaba en la tierra, no deben haber alcanzado el metro de largo por 70 centímetros de ancho. El lugar era pequeño”.

“Los allanamientos que se efectuaron para registrar en varias oportunidades significó que se abrieron las paredes interiores de la casa, los baños, los pisos, los techos”, añadió.

Además aseguró que “se hicieron, técnicamente, registros en diversos lugares del patio (…) Al hacer búsquedas, evidentemente que hay ámbitos que no pudieron ser tocados, como ocurrió con el espacio que era extraordinariamente pequeño donde se encontraba” y mencionó que la investigación tiene varias aristas, por lo que siguen realizando las pericias necesarias.

Por el caso ya fue detenido Felipe Rojas, arrendatario de la bodega y amigo de Maciel, quien permanecerá detenido hasta el jueves, día en que se realizará su formalización por los delitos de homicidio e inhumación ilegal, a la espera de la determinación si se suma el de aborto.