Este lunes se comenzarán a medir las vibraciones en las casas cercanas a la estación Plaza Egaña y la nueva estación Fernando Castillo Velasco de la Línea 3 del Metro, a tan solo un día de su inauguración.

Metro se comprometió realizar esta acción para identificar el origen de las vibraciones y así evaluar el impacto en la cotidianidad de los vecinos.

El alcalde de La Reina, José Manuel Palacios, reconoció la importancia de este nuevo servicio del tren subterráneo, pero dijo que no debe ser a costa de la tranquilidad de las personas.

En diversas reuniones entre los vecinos con autoridades del ministerio de Transportes y dirigentes de Metro solicitaron la postergación de su inauguración. Incluso acusaron que ya hay daños en algunas residencias.

La presidenta de la unión comunal de juntas de vecinos de La Reina, María Antonieta Garrido, señaló que la calidad de vida en el sector se ha visto afectada en las últimas semanas.

Una solución sería ajustar amortiguadores debajo de los rieles, tal como tuvo que hacerlo Metro el año pasado con la línea 6, inaugurada hace más de un año, luego de presiones que ejercieron los vecinos con autoridades comunales.

La nueva Línea 3 tendrá la particularidad que combinará con todas las otras líneas del sistema en alguna de sus estaciones. Los trenes contarán con aire acondicionado, puertas en los andenes y trenes automatizados según lo detalló el presidente del directorio de Metro, Louis de Grange.

Mientras tanto la titular de la cartera, Gloria Hutt advirtió que con al apertura de esta nueva vía habrá un impacto en los patrones de viajes en la ciudad.

La entrada en funcionamiento de esta Línea 3 obligará a Transportes a renegociar los contratos con las operadoras del Transantiago, dada una eventual baja en la cantidad de pasajeros en los buses.

Aquello implicaría un incremento en el Pago por Pasajero Transportado a esas empresas, elevando los costos del sistema. Según el Gobierno, gastos que estarían considerados en las cuentas de este 2019.