La Brigada de Delitos Económicos de la PDI detuvo a dos personas acusadas de cometer fraude por más de $200 millones. Los imputados se habrían hecho pasar por corredores de propiedades dentro de la comunidad evangélica para cometer sus ilícitos.

Se trata de una estafa donde se ofrecían oportunidades de negocio mediante la gestión de ventas de inmuebles que se encontrarían en proceso de remate por no pago de contribuciones.

El modus operandi que habría sido ocupado para realizar el fraude sería acercarse a iglesias evangélicas, donde se hacían pasar por fieles de la comunidad.

Los detenidos iniciaban una relación de confianza con el pastor de la iglesia, quien sin saberlo, les conseguía “futuros compradores” de las viviendas que estaban ocupadas, y no se encontraban a la venta.

El detective encargado del caso, comisario Luis Fernández, declaró que los estafadores ganaban la confianza de los pastores, para que así las víctimas también confiaran en ellos.

La Policía de Investigaciones se encuentra trabajando ya que aún no ha recuperado los $200 millones que se encuentra en juicio por el delito de fraude.