El vocero de la familia, Christian Grollmus, desmintió las declaraciones de la Delegada Presidencial de la región del Bío Bío. Afirmó que el Gobierno no les ha compensado ni solucionado el daño causado por los actos terroristas que sufrieron en su predio de Contulmo.

La familia Grollmus fue blanco de varios ataques violentos por parte de grupos radicales que reivindican la causa mapuche. El más grave ocurrió en agosto de 2022, cuando el histórico Molino Grollmus, con más de 130 años de tradición, quedó reducido a cenizas. En el hecho, hubo un enfrentamiento armado entre encapuchados y los dueños del predio, que dejó tres heridos graves en Contulmo, región del Bío Bío.

A más de un año del traumático episodio, la delegada presidencial del Bío Bío, Daniela Dresdner, informó que este 2023 les repararon los daños sufridos por los atentados a una veintena de casos y que entre ellos se logró incorporar a la familia Grollmus.

Logramos cerrar el año entregando casi mil millones de pesos a víctimas de violencia rural de la región. Estamos hablando de más de 25 casos de personas que se les solucionó los daños que sufrieron. También hemos logrado incorporar en estos casos emblemáticos, como lo es el del Molino Grollmus, dónde también se solucionó a las personas que han estado ahí involucradas”, dijo la autoridad regional al concluir el Comité Técnico con Sercotec.

Malestar con Gobierno

En conversación con BioBioChile, Christian Grollmus, vocero de la familia, manifestó su malestar con las autoridades, que según él, distorsionan la realidad y utilizan el nombre de su familia para fines políticos. Afirmó que no los han indemnizado ni les han brindado ninguna ayuda para reparar el daño causado por los atentados.

“Por lo que dicen las autoridades, que el Estado acá nos indemnizó y nos pagó. Y eso es falso, no es cierto. El Estado no nos ha indemnizado, no hemos recibido ayuda de ningún tipo, ni nada que tenga que ver con la solución integral del daño causado por estos actos terroristas, que son el daño patrimonial y los daños morales”, señaló Grollmus.

Lo que hay, según explicó, son postulaciones a subsidios Sercotec, que pertenece al Estado, pero que son para levantar alguna actividad comercial que haya estado disminuida producto de los ataques. Estos subsidios consisten en la entrega de bienes muebles, como tractores o enfardadoras, que el beneficiario debe explotar para generar ingresos. Sin embargo, recalcó que estos subsidios no tienen por objeto en ningún caso reparar el daño causado.

“Ellos no te dan dinero, te compran el bien agrícola como lo hacen en el resto de ayudas, porque Sercotec es un servicio técnico donde uno es el que paga el IVA y ese bien agrícola que ellos compran uno lo tiene que explotar, para poder de alguna manera levantar la actividad comercial decaída por todos estos atentados en la zona. Pero no tiene por objetivo en ningún caso solucionar el daño causado, que es enorme en nuestro caso, un tremendo daño, daños morales y patrimoniales. El molino tenía más de de 130 años y lo hicieron pedazos. Hubo una balacera tremenda, un enfrentamiento armado. Mi papá -Helmuth Grollmus- después falleció producto de todo el estrés que significó este atentado”, contó Grollmus.

Familia Grollmus evalúa no recibir subsidios

En esa línea, Christian Grollmus anunció que están evaluando no recibir los subsidios para la actividad comercial puntual, porque según él se está tergiversando la verdad.

“Esto es un subsidio de carácter puntual para una actividad económica de aquí para adelante, pero no es una reparación integral del daño, eso que quede claro. Y eso nosotros lo vamos a hacer presente ante los tribunales”, sentenció.

En el mismo sentido, Grollmus insistió en que el Gobierno debería ser más transparente y concreto sobre los instrumentos técnicos que ofrece para realizar alguna actividad comercial, y no hacer creer que se trata de una indemnización o una solución.

“Nos gustaría es que ellos como están ofreciendo estos estos instrumentos técnicos para realizar alguna actividad comercial lo dijeran concretamente. Además, no es dinero efectivo que te entregan, ellos compran un bien y con eso empiezas a iniciar una actividad comercial (…) No hemos recibido ninguna indemnización de ningún tipo del Estado; tampoco hemos firmado ningún contrato para recibir estos subsidios. Hay que leer con mucho cuidado la letra chica y es lamentable que aparezcan ellos diciendo algo que genera una expectativa incluso en la comunidad, que te empieza a llamar preguntando si eso es efectivo y eso no es efectivo”, finalizó Grollmus.