El domingo 5 de septiembre se conmemoró el Día de la Condolencia y el Adiós, fecha que invitó a recordar y despedir a quienes perdieron la vida en nuestro país a causa del covid-19.

A esta iniciativa, apoyada por la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi), se unieron la Clínica Sanatorio Alemán y Clínica Biobío, iluminando sus fachadas a las 21:00 horas del domingo, para brindar un sentido homenaje a los pacientes fallecidos de la región y del país.

Los centros médicos también buscaron expresar su agradecimiento a todo el trabajo brindado por los equipos de salud de Chile, quienes viven día a día la recuperación de algunos y la partida de otros.

De esta forma, los recintos iluminaron sus fachadas de color verde, como una señal de esperanza y confianza en que la pandemia vaya bajando sus niveles de contagio, y como una señal de esperanza para los equipos de salud, que están cansados y exigidos hace más de un año.

Clínica Biobío

Sobre este acto, en Concepción, el doctor Ricardo Fuentealba, médico jefe de la Unidad de Paciente Crítico Adulto de la Clínica Sanatorio Alemán, expresó que “llevamos un año y medio de pandemia, periodo de intenso trabajo, de esfuerzo continuo y dedicado, en el que hemos tenido días de satisfacción por aquellos que se salvaron, pero de gran tristeza por aquellas personas que partieron sin poder despedirse de sus familias”.

“Este virus, nuevo e implacable, ha dejado miles de familias destruidas por el dolor y, por eso, como país, hoy debemos detenernos un momento y despedir a los pacientes fallecidos y acompañar a sus seres queridos. Como Unidad de Paciente Crítico y como clínica queremos sumarnos a esta reflexión colectiva, recalcando que el dolor no nos puede ser indiferente”, acotó.

En Talcahuano, el doctor Jaime Pinto, director médico de Clínica Biobío, afirmó que “nos enfrentamos a una pandemia sin precedentes en el último tiempo, que cobró la vida de miles de personas en Chile, provocando un profundo dolor en sus familias, amigos y cercanos, que no pudieron despedirlos de la forma en que acostumbramos. Un dolor del que todos quienes trabajamos en la salud no somos ajenos. Por eso, este es un rito necesario, en el que nos sumamos para recordar a los que partieron y también a sus familias”.