“Estamos ante la presencia de un proceso de movilización estudiantil que parece estar en alza en las distintas universidades del país e inunda los medios sociales con la demanda de una educación no sexista y con denuncias de abuso, acoso sexual y violencia de género”.

De esta manera, setenta y ocho académicas de diferentes facultades de la Universidad de Concepción (UdeC) apoyaron el movimiento femenino que tiene en toma varios planteles a lo largo del país y que incluso ha convocado a miles de manifestantes a las calles, todo tras una serie de acusaciones de violencia contra la mujer, con el objetivo de eliminar el sexismo y el machismo de la Educación.

En el escrito, las profesionales compararon la situación actual con el movimiento estudiantil de 2011, cuando los estudiantes se alzaron buscando eliminar el lucro de la Educación.

“Lo que se busca es construir espacios libres de violencia e igualitarios”, explicaron en la declaración. “Se vuelve a poner el valor de la igualdad como un referente central en la organización social y como un fundamento de la democracia”, añadieron.

Debido a lo anterior, las académicas emitieron una declaración en la cual plantean seis puntos base, con los cuales apoyan lo realizado por cientos de alumnas y mujeres en las últimas semanas.

Éstas abarcan deseos como eliminar todas las prácticas de violencia de género, el incorporar en la formación de los estudiantes un “enfoque de género”, lograr la dignidad laboral de trabajadoras universitarias, concretar una transformación social, aseverar que las mujeres deben apoyarse construyendo pactos entre ellas y, finalmente, sentenciando que debe existir “tolerancia cero frente a todas las formas de violencia de género”.

“Creemos firmemente que, en nuestra condición de académicas de la Universidad de Concepción, tenemos que ser capaces de levantar nuestra voz, no sólo para adherir a la demanda de una educación no sexista, sino también para reivindicar el derecho a construir una universidad realmente igualitaria, justa, no discriminatoria y, por sobre todo, que no esté dispuesta a tolerar y amparar los abusos de cualquier tipo”, detallaron en la misiva.

A continuación, lee la declaración completa:

1- Que es necesario avanzar en una educación no sexista e igualitaria, apelando a la eliminación de todas las prácticas de violencia de género al interior de las instituciones, que respete el derecho de todas y todos al desarrollo académico y profesional, que incorpore las diversidades, y que no discrimine en ninguna forma.

2- Que es necesario avanzar en incorporar el enfoque de género en la formación de estudiantes, con el objeto de entregar herramientas más eficaces para el desarrollo de nuevas prácticas de convivencia social.

3- Que es necesario avanzar en la dignidad laboral de las trabajadoras universitarias, que valore su aporte en todos los ámbitos del quehacer profesional, administrativo, de servicios y académico.

4- Después de muchos años en los cuales las mujeres hemos luchado por alcanzar mejores condiciones de vida, estamos hoy ante la presencia de un movimiento social que ha generado una denuncia que se nutre de la rabia, de las emociones contenidas y la frustración. Su objetivo inmediato es visibilizar lo que a diario y ambientalmente vivimos las mujeres; por lo tanto, debemos reflexionar en torno a las acciones que hoy día las estudiantes están tomando y que buscan generar una transformación social.

5- La universidad es un espacio por excelencia para la reflexión y debate, y por lo tanto es un espacio privilegiado para generar los fundamentos para las transformaciones. No podemos, para avanzar en transformaciones culturales profundas, pretender conquistar algo apelando sólo a las conciencias morales, de quienes detentan algún tipo de poder, tenemos que avanzar en un proceso de affidamento -como dirían las feministas italianas de Milán-, es decir, tenemos que ir construyendo pactos entre mujeres.

6- Hoy día las mujeres levantaron su voz en el mundo de las artes, en el cine, en el teatro, en los movimientos estudiantiles y sociales. Levantaron la voz para decir basta, basta de abusos, basta de acosos, basta de violencia de género, basta de discriminaciones, basta de desigualdad salarial, basta de falta de reconocimiento de nuestros quehaceres profesionales, académicos y cotidianos. Ante esto apelamos a avanzar a una política de tolerancia cero frente a todas las formas de violencia de género y a avanzar en buenas prácticas de convivencia. Es necesario construir protocolos, que garanticen el respeto a quienes vean conculcados sus derechos, otorgándoles protección y contención. Así como a garantizar el debido proceso de quien aparece como victimario/a.