La investigación de Fiscalía por el presunto ataque con cuchillo al exsenador Fulvio Rossi se cerró, puesto que el fiscal jefe de Iquique, Gonzalo Guerrero, decidió no perseverar.

El persecutor ingresó ayer jueves un escrito al Juzgado de Garantía, mediante el que comunicó el fin de las diligencias, informó La Tercera.

En el escrito argumentó que no se reunieron los antecedentes necesarios para poder formalizar a alguien.

El 15 de noviembre de 2017, Rossi constató en el hospital una lesión abdominal y un TEC, acusando ser víctima de un ataque al interior de su comando en Iquique. Luego de llegar por sus propios medios al recinto, el médico traumatólogo fue internado.

Según la versión del parlamentario, una persona con el rostro descubierto, pero usando una capucha, lo atacó luego de llegar a su comando, donde concurrió alertado de la destrucción de material de propaganda que guardaba en el lugar.

Rossi, además, declaró que el agresor tenía acento extranjero y que era de raza negra. Dato que, según él, confirmaría las amenazas que recibió en semanas previas, una de ellas escrita con letras recortadas en una receta médica del propio senador.

El hecho de inmediato causó repercusiones, sobre todo en el mundo político, dando pie a numerosas muestras de apoyo y repudio transversal al ataque.

Si bien el ataque ya había sido cuestionado -tras los peritajes al arma con la que habría sido atacado-, Rossi nunca dio un pie atrás. “Me llama la atención que se vayan conociendo antecedentes por goteo y que tenga que responder la víctima”, manifestó el año pasado, añadiendo que sus lesiones fueron acreditadas.