La Fiscalía de la región de Ñuble informó que la Corte de Apelaciones de Chillán confirmó la sentencia de presidio perpetuo para Carlos Merino González por el femicidio de su ex conviviente y madre de uno de sus hijos, Gladys Ardila.

La Corte de Apelaciones de Chillán rechazó un recurso de nulidad y confirmó la pena de presidio perpetuo para el ex conviviente y femicida de Gladys Ardila, hecho registrado en julio de 2020.

Con esto, explicó la abogada asesora de la Fiscalía Regional de Ñuble, Deysi Salinas, se pone término a las instancias procesales y el imputado Carlos Merino González deberá cumplir la condena dictada por su autoría en el crimen de la ciudadana colombiana, cuyo cuerpo fue hallado al interior de un canal de regadío de Chillán el 9 de julio de 2020.

La sentencia de presidio perpetuo significa que Merino no podrá optar a beneficios hasta que cumpla 20 años de la pena.

Condenado tenía un hijo en común con la víctima

La investigación del fiscal Florentino Bobadilla Rodríguez y de la Brigada de Homicidios de la PDI de Ñuble logró establecer que cerca de las 19 horas del 6 de julio de 2020, Carlos Merino se reunió con su expareja, con quien tiene un hijo en común, afuera del terminal de buses La Merced de Chillán. Luego, ambos se trasladaron en el automóvil del hombre hasta el sector Santa Elvira de la misma ciudad, donde le causó la muerte por asfixia por sofocación.

Tras esto, arrojó el cuerpo al Canal De la Luz, a la altura del número 225 de calle Sotomayor.

El autor de este femicidio íntimo fue detenido a fines de mayo del año pasado en Arica, hasta donde se había ido a vivir. Cuando fue formalizado el 31 de ese mes, el Juzgado de Garantía de Chillán no acogió la prisión preventiva, por considerar que la evidencia indiciaria no era suficiente para presumir la participación del inculpado en el delito. Sin embargo, esto fue revocado por la Corte de Apelaciones de Chillán un día más tarde.