Carlos Merino González deberá cumplir al menos 20 años de cárcel, luego de ser declarado culpable de haber asfixiado a su exconviviente, Gladys Ardila.

Tras casi tres años, Carlos Merino González fue condenado a presidio perpetuo, una de las penas máximas que establece la ley chilena, luego de que la investigación diera con él como el culpable de haber causado la muerte por asfixia y luego haber arrojado el cuerpo de Gladys Ardila, su exconviviente, con quien tenía un hijo en común.

A eso de las 19 horas, el 6 de julio de 2020, Carlos se reunió con su expareja afuera del terminal de buses La Merced de Chillán. Luego, ambos se trasladaron en el automóvil del hombre hasta el sector Santa Elvira de la misma ciudad, donde cometió los actos.

Implicancias del presidio perpetuo

El fiscal Mauricio Mieres Mujica fue el encargado de anunciar la pena a la que será sometido el autor del femicidio. De esta forma, deberá cumplir, al menos, 20 años en la cárcel antes de optar a algún beneficio.

El causante del delito fue detenido a fines de mayo del año pasado en Arica, donde se había ido a vivir. Cuando fue formalizado el 31 de ese mes, el Juzgado de Garantía de Chillán no acogió la prisión preventiva, por considerar que la evidencia no era suficiente para presumir la participación del inculpado en el delito. Sin embargo, esto fue revocado por la I. Corte de Apelaciones de Chillán un día más tarde.

El fiscal destacó que algunos elementos relevantes para lograr este veredicto fueron el peritaje forense de la PDI; la declaración de testigos que dieron cuenta de actos de violencia de género contra la víctima, como agresiones físicas y amenazas; el análisis del GPS del vehículo que conducía, y grabaciones de cámaras de vigilancia.

La investigación realizada por el fiscal Florentino Bobadilla Rodríguez y la Brigada de Homicidios de la PDI de Ñuble, llevó además a Merino González a ser inhabilitado- por el Tribunal Oral en lo Penal de Chillán- para ejercer cargos y oficios públicos, y derechos políticos, de manera absoluta y perpetua.