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La Corporación Nacional Forestal (Conaf) informó que 83 cisnes de cuello negro han sido atacados por lobos marinos entre abril y junio en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter. A pesar de que el tema ha sido abordado por dos Gobiernos desde 2018, Conaf espera formular un proyecto para detener los ataques. Ambas especies se encuentran protegidas, y los lobos marinos están en veda hasta 2031. Un proyecto de diagnóstico en curso se enfoca en el monitoreo de los lobos marinos y la identificación de la población atacante.

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La Corporación Nacional Forestal (Conaf) reconoció que 83 cisnes de cuello negro han sido atacados por lobos marinos entre abril y junio en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, en la región de Los Ríos.

Desde el organismo esperan formular un proyecto para detener los ataques, a pesar que el tema ha sido abordado por dos Gobiernos desde 2018.

La cifra fue informada por el organismo a cargo de la administración del Santuario de la Naturaleza, luego de encontrar nuevamente cisnes de cuello negro muertos por el ataque de lobos marinos.

Cabe señalar que ambas especies se encuentran protegidas y en el caso de los lobos marinos, están en veda hasta 2031, según un decreto emitido por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.

Sin embargo, esta no es una situación nueva, de hecho viene ocurriendo desde 2018, siendo abordada desde ese entonces por una mesa técnica que resolvió realizar un proyecto de diagnóstico, el cual se encuentra en curso y está enfocado en el monitoreo de los lobos marinos, así como la identificación de la población que está atacando a los cisnes, señaló el director regional de Conaf en Los Ríos, Arnoldo Shibar.

El director agregó que en abril encontraron 21 cisnes muertos por está razón, 34 en mayo y 28 en junio, totalizando en 3 meses 83 especies muertas por ataques de lobos marinos.

¿Quién toma acciones?

La Radio se contactó con el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), sin embargo desde el organismo declinaron referirse responsabilizando al Servicio Agrícola Ganadero (SAG), de tomar las acciones correspondientes al caso.

Desde ese último servicio aclararon que no tienen participación en las acciones mitigatorias para estos hechos, y que la responsabilidad radica en los administradores del Santuario, Conaf y Sernapesca.

También se consultó al Ministerio de Agricultura, entidad que estuvo a cargo de la coordinación de la mesa técnica creada en 2019, donde indicaron que no tienen previsto realizar nuevas acciones, señalando que quien está a cargo del problema es el Consejo Consultivo del Santuario Río Cruces – Chorocamayo, entidad que indicó que están trabajando en un proyecto de monitoreo referente al tema.