La seremi de Salud de Los Ríos, Regina Barra, reconoció errores, valoró la labor de los fiscalizadores y lamentó agresiones a éstos, en el marco de la paralización de los funcionarios del organismo, que acusan presiones políticas en su labor fiscalizadora.

Esto en el marco de la toma que comenzaron este martes funcionarios de la seremi de Salud de Los Ríos, quienes desde el lunes mantienen paralizadas las fiscalizaciones asociadas a la Pandemia, a excepción de brotes de covid-19, tampoco están atendiendo público.

Y esto porque acusan intervencionismo político, por parte del Jefe de Gabinete de la entidad, Rodrigo Bahamonde, para evitar que se prohíba el funcionamiento al Café de Luis, el cual fue fiscalizado el viernes pasado, donde se detectó una superación del aforo máximo permitido, por el cual se confirmó un sumario por no acatar la medida.

Sobre ello, la seremi de Salud de Los Ríos, Regina Barra, si bien descartó presiones políticas, reconoció errores en la búsqueda de estrategias para enfrentar la pandemia en la zona.

A la autoridad se le consultó si con la salida de Jefe de Gabinete recobrarán la confianza de los funcionarios, lo cual no fue respondido.

Por su parte. el presidente de la Federación de Funcionarios de Subsecretaría de Salud Pública, Fenfussap, Ricardo Rivera, dio a conocer qué labores están realizando y cuáles no.

Sobre el procedimiento que originó la movilización, Radio Bío Bío consultó a la dueña de dicho restaurante, quien evitó referirse al tema.

No obstante, la información que maneja Radio Bío Bío, es que cuando fue fiscalizado el local, los inspectores de salud le mostraron un acta donde indicaba que su aforo era 0, y que luego en el lugar se determinó que su aforo interno eran 14 personas, pero habían 18.

Además, desde el café, previo a la fiscalización, se habría consultado en al menos dos ocasiones a la seremi de Salud, sobre cuál es su aforo definitivo, lo cual no habría sido respondido.

Respecto del Jefe de Gabinete mencionado, éste habría ido el mismo día al café para darle la tranquilidad a la locataria, señalándole que dicha fiscalización buscaba alertar o recomendar al local verificar su aforo y no sancionarlos.