El movimiento de laicos de Osorno en la región de Los Lagos, aseguró que la respuesta indemnizatoria a las víctimas del sacerdote Fernando Karadima abre un nuevo concepto de justicia para los abusos cometidos dentro de la Iglesia.

Para el vocero de la agrupación, Mario Vargas, existe certeza de que todas las instituciones son deben acoger las demandas de quienes fueron afectados por la acción de algunos miembros de la iglesia.

“Todas las instituciones son garantes y están obligadas en moral y conciencia a proteger los derechos de sus integrantes. Este fallo es el comienzo de la reparación que como justicia debieran recibir todas las víctimas”, declaró el vocero.

Vargas indicó que los episodios repudiables dentro de la Iglesia también están presentes en la diócesis de Osorno, con acciones de encubrimiento por quienes eran llamados a “cuidar del rebaño”, sostuvo.

Para el movimiento de laicos de Osorno, pese al dolor que originan los abusos en el seno de la Iglesia, se abre una luz de esperanza a la hora de acceder a una acción indemnizatoria que refleje justicia en medio de las consecuencias que acompañan a quienes fueron víctimas de abusos.