Durante el juicio, el hombre deslizó que su hija habría sido influenciada por la madre, y consideró necesario recalcar que la progenitora es una participante activa del movimiento feminista y que la niña asistía a las marchas y eventos.

Hasta seis años de cárcel arriesga un hombre que fue condenado por abuso sexual en el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas, quien determinó que el hombre abusó en reiteradas ocasiones de su hija cuando la menor tenía ocho años.

Tras haber analizado las pruebas y haber escuchado los testimonios, como también los alegatos de la defensa y el Ministerio Público, los magistrados del Tribunal emitieron veredicto condenatorio contra el hombre.

La acusación indica que en una fecha indeterminada en diciembre de 2020, la víctima visitaba la casa de su padre ubicada en Punta Arenas. Estando específicamente en la cocina de dicho inmueble, el progenitor realizó una acción de significación sexual en contra de su hija, consistente en acercarse a ella y tocar el pecho de la menor de edad, indicándole que “estos habían crecido”.

El documento precisa además que en reiteradas oportunidades en mismo año, igualmente en fechas indeterminadas, cuando la víctima se quedaba a dormir en casa de su padre, y éste discutía con su conviviente, el hombre se acostaba con su hija, apegándose en demasía al cuerpo de la niña.

En concreto, el delito por el que fue condenado el hombre es abuso sexual con contacto corporal a persona menor de 14 años, ilícito considerado consumado y catalogando al acusado como autor.

Al respecto, el Ministerio Público remarcó como agravante la relación de parentesco familiar y por lo mismo solicitó la pena de seis años de cárcel.

Como es habitual en estos casos, el caso cuenta con una parte querellante que representa a la víctima. En esta ocasión los abogados se adhirieron a la acusación del Ministerio Público, tanto en el relato de los hechos, como la calificación jurídica y solicitud de pena.

Durante el juicio, el acusado declaró de forma voluntaria, entregando diversos datos desde su perspectiva.

El hombre explicó que la niña tenía sobrepeso y que era muy difícil hacerla comer algo que no fuera alimentos “chatarra”, por lo que el día del hecho conversó con ella al respecto y aseguró que le agarró un “rollito” y le dijo “mira cómo te están creciendo los rollitos, y ella se ríe”.

Luego procedió a explicar el segundo hecho. El hombre aseguró que si bien estuvo en la cama con su hija a petición de ella, jamás fue de manera sexual.

También agregó su hija había acusado por redes sociales a un primo de tocarla y decirle cosas sexuales. Igualmente, sostuvo que había dicho por redes sociales que su padre le puso un cuchillo en el cuello a su madre, de lo cual no hay ningún tipo de registro judicial.

Finalmente, aseguró que la menor acusó de un hecho sexual a un compañero de curso, por lo que son tres acusaciones.

Y si bien, no lo dijo directamente, el hombre deslizó que su hija habría sido influenciada por la madre, y consideró necesario recalcar que la progenitora es una participante activa del movimiento feminista y que la niña asistía a las marchas y eventos.

En el último día del juicio y antes de que el Tribunal emitiera veredicto condenatorio, el imputado reiteró su inocencia y aseguró tener una buena relación con su hija, sin hechos de connotación sexual.

La sentencia se conocerá el martes 30 de enero del presente año, a las 12.45 horas, en audiencia por videoconferencia.