"El uso de la fuerza indiscriminada, por parte de todos los actores involucrados, sólo refuerza la actual escalada de violencia y causa mayor sufrimiento a las personas, afectando las vidas de civiles inocentes", aseguró la administración de Gabriel Boric.

El Gobierno de Chile emitió un comunicado este viernes, en el que hace “un enérgico llamado a todas las partes en conflicto” en la guerra que se vive en Oriente Medio, a “respetar el derecho internacional humanitario y los derechos humanos”.

El llamado del Gobierno de Gabriel Boric es a proteger “a toda la población civil, tanto de Israel como de Palestina, sin distinción de nacionalidad, origen o credo religioso”.

“El uso de la fuerza indiscriminada, por parte de todos los actores involucrados, sólo refuerza la actual escalada de violencia y causa mayor sufrimiento a las personas, afectando las vidas de civiles inocentes”, asegura el texto.

De igual manera, el Gobierno de Chile hizo un llamado “al inmediato cese de los bombardeos indiscriminados contra la Franja de Gaza”, así como también una apertura urgente “de un corredor humanitario que permita hacer llegar suministros esenciales a la población y la evacuación de los heridos”. De igual manera “Chile condena igualmente el secuestro de personas y exige la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes.

En el texto, la administración de Gabriel Boric asegura sumarse al llamado del Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, “respecto de su preocupación por la situación de los niños israelíes que han sido secuestrados por Hamás y los niños palestinos y sus madres que permanecen en la Franja de Gaza, exigiendo que los primeros sean liberados de forma inmediata y a los segundos se les permita salir a través de la frontera con Egipto”.

Finalmente, “Chile estima que, junto con ponerse fin a la ocupación ilegal por parte de Israel de territorio palestino, que viola el derecho internacional, debe buscarse una solución duradera al conflicto. Ello pasa necesariamente por una vuelta a la mesa de negociaciones, directas y de buena fe, entre la Autoridad Nacional Palestina y el Estado de Israel, que deben conducir a un acuerdo de paz justo, pleno y definitivo, en el marco de la solución de los dos Estados.

Dicha fórmula, asegura el Gobierno chileno, “debe necesariamente reconocer el derecho de Israel y Palestina de coexistir en paz, dentro de fronteras seguras acordadas mutuamente e internacionalmente reconocidas”, esto en conformidad a lo establecido en las resoluciones adoptadas por Naciones Unidas.