"Una voltereta", "de los arrepentidos es el Reino de los Cielos", "es bueno cambiar de opinión" o que "deberían haber apoyado desde el principio".

Así de tajantes y hasta molestos, en algunos casos, parlamentarios de la UDI que fueron "perseguidos" por aprobar el retiro parcial del 10% de la AFP reaccionaron ante los dichos de los ministros de Economía y del Trabajo que han aplaudido el impacto positivo en la dinamización de la economía que han significado los 6 mil millones de dólares distribuidos, hasta ahora, por las Administradoras de Fondos de Pensiones a sus afiliados.

Parlamentarios consideran que hubo una voltereta del Ejecutivo, tomando en cuenta que durante la tramitación en el Congreso de la resistida ley sobre el retiro del 10% de las AFP, tanto desde la UDI y como en el Gobierno, lanzaron una “campaña del terror” frente al escenario de aprobación, que finalmente no se dio.

Algo así, como subirse “al carro de la victoria”.

¿Voltereta o no? veamos…

Antes y después

“Nos vamos a transformar en un país bananero y los países bananeros son pobres, desiguales y tienen democracias débiles”.

Con esas palabras, a inicios de julio, en medio de la discusión respecto al retiro del 10% de los fondos previsionales, el ministro de Economía, Lucas Palacios, amenazó con el impacto negativo que tendría la propuesta de la oposición que entonces se discutía en el Congreso, a la que el Gobierno se resistió hasta el último día.

Pero tras la dura derrota que los parlamentarios le propinaron al Ejecutivo, incluso con un macizo respaldo a la propuesta de decenas de congresistas de Chile Vamos, al parecer las percepciones comenzaron a cambiar en La Moneda una vez que los fondos comenzaron a ser efectivamente entregados a los afiliados.

El mismo Palacios, un mes más tarde, ahora ve el vaso medio lleno: “Efectivamente (tiene) un impacto positivo, porque tiene una inyección de liquidez que activa el consumo doméstico”, admitió este miércoles en entrevista con radio Universo.

Y al parecer no fue el único titular ministerial en cambiar -en parte- de parecer. La jefa de la cartera de Trabajo, María José Zaldivar, al igual que Palacios, mantuvo su opinión respecto a que esta situación perjudica las pensiones, pero admitió este miércoles en entrevista con CNN Chile que “efectivamente ha habido un aumento del consumo en los distintos tipos de bienes y servicios durante este periodo” a raíz del retiro del 10%.

Asimismo, destacó que “las personas lograron tener una real percepción de que estos fondos eran de ellos, que estaban, y no era lo que muchos decían, que se habían perdido, que se habían utilizado para otra cosa y que era una especie de estafa piramidal”.

No obstante, durante la discusión parlamentaria -el mes pasado- también se mostró absolutamente en contra de la propuesta y, entre otras cosas, aseguró que ella no estaba defendiendo a las AFP, pero que “cuando uno abre la puerta para retirar fondos, la verdad es que después cerrarla —por muy excepcional que haya sido en su momento— genera una dificultad de poder cerrarla, porque siempre van a haber necesidades que me lo van a poder justificar”.

Y más allá de los ministros, otro que también se hizo parte de la voltereta fue uno de los parlamentarios que más se opuso a la propuesta: Diego Schalper (RN).

Schalper y… Schalper

Una vez empezó a operar el mecanismo para el retiro, el militante de RN, en su propias redes sociales, destacó su paso por la Villa las Brisas de Mostazal, en su distrito en la región de O’Higgins, junto a su oficina parlamentaria: “Ayudando a los vecinos para su actualización del RSH (Registro Social de Hogares), postulación al IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) y retiro del 10%”.

Pero apenas semanas antes era uno de los férreos opositores a la medida.

Mediante su Twitter, remarcó entonces que “el 10% es una fórmula mentirosa -porque la inmensa mayoría podrá retirar mucho menos recursos que con el préstamo solidario- y con lógica equivocada: echar mano a ahorros de los trabajadores y no a recursos del Estado para enfrentar la crisis.

Un punto de vista a lo menos controversial, considerando que esta semana comenzó el proceso para solicitar el préstamo estatal y muchas personas quedaron fuera de la opción al beneficio o sencillamente les permitía pedir montos bajísimos, que en algunos casos eran interiores a 10 mil pesos.

Como sea, los más molestos con las “vueltas de carnero” fueron los parlamentarios de Chile Vamos -particularmente los de la UDI- que acabaron perseguidos al interior del gremialismo por haber apoyado la iniciativa en su votación definitiva el 23 de julio.

Los perseguidos

Dos de los “castigados”, los diputados Pedro Pablo Álvarez y Cristhian Moreira, ambos con indagatorias internas abiertas, apuntaron a los vaivenes del Ejecutivo en el episodio.

El diputado Pedro Pablo Álvarez indicó que “sí (hay una vuelta de carnero). De un principio, el Presidente (Piñera) debió salir apoyando esto y se hubiera llenado de gloria y no lo hizo. Aquí, algunos diputados de la UDI fuimos visionarios. No sé si nos deben agradecer, pero sí reconocer que hay diputados conectados con la realidad, porque hay muchos ministros que, desde La Moneda, no saben lo que ocurre en la zona”.

En tanto, el diputado Cristhian Moreira dijo que “eso demuestra que estaban equivocados y que no era una ley del terror. Se están dando cuenta que los efectos eran otros y que se impuso más los grandes empresarios del país, que también pensaron que esto iba a ser terrible y ahora se dan cuenta que va a ser un motor de reactivación en lo económico y eso es positivo para todo el país”.

Por su parte, el senador Iván Moreira, hermano del diputado, quien también votó a favor e incluso renunció a la jefatura de bancada de la UDI en la Cámara Alta por ese motivo, destacó que rompieron un paradigma para ayudar a más de 7 millones de chilenos.

“Las objeciones terminaron siendo una ayuda para las familias y terminaron por reactivar la economía. Me parece bien que el Gobierno cambie de opinión”, dijo.

Al parecer, pasado “pisado” y, pese a cuestionamientos, todos quieren mostrar “grandeza” en su victoria.

Uno de los que votó a favor, pero que hoy manifiesta diferencias con el discurso de La Moneda, es el senador de RN José García Ruminot.

Sobre la mirada positiva de ministros del Gobierno, el parlamentario de La Araucanía explicó que “sin duda hay una mayor liquidez, pero nosotros tenemos la obligación como autoridades de medir el efecto completo, en su conjunto, y no solo por lo que está ocurriendo hoy. Cada uno tiene su opinión y se hace responsable de sus declaraciones”.

¿Renuncia a la UDI con elástico?

Resta por saber qué ocurrirá con los procesos disciplinarios abiertos en el Tribunal Supremo de la UDI, que la comisión política del partido abrió por cada uno de los diputados que, según el texto acusatorio, “traicionaron los principios del gremialismo” al votar a favor del 10% de la AFP.

“Debiesen echar pie atrás. Eso está demás, no faltamos a ningún principio. Solo actuamos con humanidad”, dijo el diputado Alvarez.

“Creo que después de este impasse, la UDI debe hacer los esfuerzos para que los diputados que renunciaron, vuelvan. No podemos seguir teniendo en la UDI dogmas eternos que nos terminan dañando”, dijo el senador Moreira.

Álvaro Carter, uno de los diputados que renunció a la UDI tras ser enviado al Tribunal Supremo, indicó que “de los arrepentidos es el Reino de los Cielos. El Gobierno estaba con los ojos tapados. No fue capaz de ver que esto no era abrirle la puerta a la izquierda y menos que Chile iba a arder. Ha pasado cerca de un mes y la gente ha sacado el dinero que es de ellos”.

Sobre una eventual vuelta al la militancia gremialista, Carter dijo que su decisión no es con elástico.

“Cuando renuncié a la UDI, donde tengo mis afectos, me dolió. La política ha sido mal mirada por decisiones que no se cumplen. Aquí, buscábamos los justo y una salida para la gente. No le he dicho que no a la UDI, tengo que hablar primero. Renuncié y mantendré mi palabra, pero no cierro la puerta que podría volver a futuro, pero a futuro, bien a futuro”, destacó.

Voltereta o no del Ejecutivo, lo que queda claro es que si durante su tramitación fue un gran dolor de cabeza para el Gobierno, las réplicas aún persisten, sobre todo en la UDI.

Ah, y los parlamentarios gremialistas aseguraron que no saben nada aún del Tribunal Supremo.