Este martes, el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, visitó el Hospital de Urgencia Asistencia Pública (HUAP), establecimiento que utiliza como tratamiento para pacientes Covid-19, la terapia de oxigenación de alto flujo no invasiva, mecanismo a través del cual se ayuda a una mejor ventilación de una persona con una insuficiencia respiratoria aguda, provocada por el coronavirus Sars-CoV-2.

El procedimiento, indican desde el Ministerio de Salud, ha sido usado en otros países como una alternativa a la oxigenoterapia convencional. “Con este equipamiento que ya nos ha dado muy buenos resultados, evitamos que los pacientes lleguen a ventilación mecánica que es un procedimiento mucho más invasivo”, sostuvo el Subsecretario.

Al respecto, el jefe de la Unidad de Paciente Crítico de la ex Posta Central, Alejandro Santander, explicó que en dicho recinto “se ha visto que se reduce en un 40% la incidencia de personas que pasan a UCI, es decir, da buenos resultados y se evita que muchos pacientes pasen a UCI con el consiguiente riesgo de vida”.

A través de este sistema, el equipo proporciona al enfermo oxígeno humidificado a 37 grados a través de una cánula nasal, permitiendo que el paciente se mantenga despierto y solo requiera del apoyo de una enfermera.

“Es por eso que, a petición de los intensivistas”, sostuvo Zúñiga, “ya hemos comprado como Ministerio de Salud 240 equipamientos de oxigenación de alto flujo y estos ya han sido repartidos no sólo en la Posta Central sino también en recintos tales como el Hospital Félix Bulnes, el San Juan de Dios, el Barros Luco y el hospital de El Carmen en Maipú y así lo vamos a seguir realizando”.

Adicionalmente, la CPC adquirirá otros 400 equipos de oxigenación de alto flujo para disponer especialmente en los hospitales de la región Metropolitana que es la que está teniendo más contagios en estos momentos. “Todo este equipamiento va a quedar a disposición de cualquier ciudadano que lo necesite”, explicó Zúñiga.

Prono Vigil

Al respecto, el kinesiólogo, magíster en Ciencias Médicas y Biológicas y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago (Usach), Patricio Canales, sostuvo que “hoy vemos que los sistemas están colapsados, el recurso humano se hará mucho más escaso en las próximas horas y este tratamiento de alto flujo permite que los pacientes ventilen en forma espontánea, que se defiendan con sus propios sistemas y ganen tiempo para que el pulmón responda”.

“En ese sentido, el apoyo de alto flujo es tremendamente relevante y, en la experiencia local está dando muy buenos resultados”, concedió Canales.

Sin embargo, advirtió que lo aconsejable no es solo el uso del sistema de alto flujo, sino que asociarlo, también, con la posición en prono vigil (“boca abajo”). “Estas dos estrategias mejoran la mecánica de la respiración y oxigenación en unas cuantas horas”, sostuvo.

“El uso de un respirador artificial no es tan sencillo. Requiere, sin lugar a dudas, la mano y experiencia de un profesional especializado. Tener un sistema altamente colapsado va a impedir que los abordajes tradicionales de ventilación mecánica invasiva sean eficientes y, desde ese punto de vista, vemos que el mecanismo de alto flujo podría reemplazar, de alguna manera, la necesidad de intubación”, explicó el especialista.

Advirtió en este sentido que “lo que sí debemos tener presente es que hay un grupo de pacientes que, probablemente, no respondan. Y ahí el equipo médico deberá tener la suficiente destreza para identificar quiénes requieren intubación. No son todos, pero estamos viendo con buena mirada que la mayoría está respondiendo a la oxigenoterapia de alto flujo asociada a la posición prono vigil“.

“Ganar tiempo”

En tanto, el infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago, Ignacio Silva, coincidió en que el mecanismo de oxigenación de alto flujo es efectivo y seguro para estabilizar a algunos pacientes y, de esta manera,”ganar tiempo”. Sin embargo, enfatizó en que “no reemplaza a la ventilación mecánica”.

“Mientras mayor disponibilidad de recursos haya, mejor. Pero tampoco hay que tener más de lo necesario, porque es mucho más prioritario tener un ventilador mecánico que una naricera de alto flujo. Sirve, pero no reemplaza a la ventilación”, precisó. Además, señaló que “no es llegar y usarla en cualquier paciente”.

A juicio de Silva, el beneficio de la oxigenoterapia es relativo, ya que dependerá de cómo responden los enfermos a esta técnica. “Algunos estudios indican que se puede retrasar la necesidad de utilizar la ventilación mecánica. No necesariamente se evita, pero sí uno puede ganar tiempo mientras se arma un ventilador o se desocupa una cama de UCI”, precisó.

A pesar de que señaló que la oxigenación de alto flujo “no es algo novedoso” y que “ya se está usando hace mucho tiempo como alternativa a la ventilación”, valoró el hecho de que en grandes hospitales esté ayudando “a ganar tiempo entre los pacientes que están esperando o en situación crítica, en el límite del requerimiento de ventilación mecánica invasiva”.