La Corte Suprema resolverá si la ministra en visita Romy Rutherford actuó bajo la legalidad al detener y procesar al excomandante en jefe del Ejército, el general (r) Humberto Oviedo.

Este lunes será certificada la aclaración de la primera sala del Tribunal Constitucional, que por tres votos a dos, reiteró que toda la causa está suspendida respecto al ex alto uniformado desde el 9 de enero.

“La suspensión, en lo sucesivo, ha de tener lugar sin exclusiones en la gestión pendiente en la causa Rol Nº 575-2004, instruida por la ministra en visita extraordinaria de la Corte Marcial, señorita Romy Rutherford Parentti, excluyendo todo “cuaderno” cuya etapa procesal actual sea la de sumario”, se lee en la breve aclaración del Tribunal presidido por Iván Aróstica.

Lo anterior contradice la tesis de la magistrada que había paralizado sólo el cuaderno o arista conocida como “Agencias de Turismo” y siguió investigando al general por el mal uso de gastos reservados.

La sala penal de la Corte Suprema dejó pendientes dos recursos de amparo a favor de Oviedo a la espera de esta resolución y esta semana deberían ser fallados.

Para la integrante del Consejo de Defensa del Estado, la abogada María Inés Horvith, los abogados del militar sólo quieren paralizar la causa hasta que la jueza Rutherford abandone su cargo en la Corte Marcial en marzo próximo.

Pronosticó que el fondo del requerimiento de Oviedo, la inconstitucionalidad de acceder al sumario, será rechazado por el Tribunal Constitucional.

El abogado Gonzalo Rodríguez, defensor del general y autor del requerimiento, explicó que la magistrada sólo le ha concedido acceso al sumario en la arista por gastos reservados y no en la denominada “agencias de turismo”.

En forma paralela a los informes que ha tenido que elaborar y entregar a sus superiores, que evaluarán su actuar, la ministra Rutherford continúa con sus investigaciones.

Según fuentes consultadas por Radio Bío Bío, la jueza abrió el cuaderno número treinta, gracias a nuevos antecedentes por presuntos fraudes al interior del ejército, el que fue caratulado como “Denuncia Anónima Cinco”.