El 17 de agosto pasado, casi dos semanas después de la emergencia que obligó a la evacuación del Mall Plaza El Trébol y la Clínica Bío Bío, luego que vecinos denunciaran un intenso olor a gas en Talcahuano, Radio Bío Bío reveló que el episodio se había originado a partir del trasvasije de crudo iraní que la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) recibió en la Bahía de Concepción.

Ayer lunes dicha versión fue confirmada por la fiscal regional del Bío Bío, Marcela Cartagena, tras el allanamiento que el Ministerio Público realizó a la refinería de la estatal en la comuna de Hualpén.

“Los gases que se desprendieron proceden todos del crudo iraní que traía el (carguero europeo) Monte Toledo”, remarcó Cartagena.

David Mackinnon | Marine Traffic
David Mackinnon | Marine Traffic

De paso, el órgano persecutor también explicó que la llegada de otros 80 mil metros cúbicos de ese petróleo a la región de Valparaíso generó la intoxicación masiva de los habitantes del cordón industrial de Quintero y Puchuncaví, tras el depósito del crudo en piscinas de la refinería de ENAP.

En concreto, Fiscalía maneja dicha hipótesis desde fines de octubre, pero buscaban confirmarlo con los antecedentes incautados y decomisados primero en la planta de ENAP en Concón y este lunes desde la Refinería Bío Bío.

Cristian Opazo | Agencia UNO
Cristian Opazo | Agencia UNO

El hidrocarburo -conocido como “Iranian Heavy”, con altas concentraciones de ácido sulfhídrico, que contiene más de 100 partes por millón, muchísimo más que el crudo que se refina habitualmente en Chile- fue transvasijado el 3 de agosto pasado, frente a las costas de Punta de Parra, desde las bodegas del Monte Toledo hacia una nave de ENAP: el Cabo Victoria, embarcación que sí tenía la factibilidad técnica de descargar el petróleo en el muelle de ENAP en San Vicente.

Esta última embarcación habría emprendido viaje hacia el cordón industrial de Quintero y Puchuncaví, donde se registraron las intoxicaciones masivas, que desencadenaron una crisis medioambiental y social en la zona.

“Antecedentes de peso”

La fiscal Cartagena indicó que la tesis investigada, desmentida reiteradamente por la compañía estatal, se sustenta en pruebas con las que justamente se pidió a un Juzgado de Garantía la autorización para el allanamiento de ENAP en la comuna de Hualpén.

“Tenemos otros antecedentes bastante contundentes en ese sentido”, remarcó, aunque evitó entregar más detalles para no afectar la investigación. “Si hubo un juez dispuesto a darnos esta entrada de registro a esta empresa tan importante, es porque hay antecedentes de peso”, aseguró.

La documentación, los computadores y las muestras químicas recogidas por la fiscal de Talcahuano, Ana María Aldana, junto a peritos de la Brigada de Delitos Medioambientales de la PDI, desde la refinería y desde el Terminal de San Vicente, serán ahora analizados antes de una eventual formalización de los responsables por el episodio de contaminación en el Bío Bío.