“Reflexión” ese es el concepto que reiteran en el oficialismo de cara a la conmemoración de los 45 años del golpe de Estado. En el comité político ampliado realizado hoy en el palacio de La Moneda se abordó la realización de un acto oficial.

“Más sencillo”, dicen, al realizado el 2013 en el primer gobierno del presidente Sebastián Piñera, época en donde acuñó el término ‘cómplices pasivos’ de la dictadura cívico militar, que causó controversia en la derecha.

Esta conmemoración del 11 de septiembre llega luego del fallido nombramiento de Mauricio Rojas en el ministerio de las Culturas, luego de calificar de montaje lo hechos que expone el Museo de la Memoria y que expuso nuevamente las divisiones en la materia dentro del oficialismo.

En el contexto también están las críticas de la Democracia Cristiana por el nombramiento de Luis Castillo como subsecretario de Redes Asistenciales, debido a su eventual obstrucción en la investigación de la muerte del expresidente Eduardo Frei.

“El tema de los cómplices pasivos lo aclaró el Presidente durante la campaña, y hoy ha dado muestras de que entiende que en esta coalición hay diferentes miradas y sensibilidades”, dijo la presidenta de la UDI, la senadora Jacqueline van Rysselberghe.

“Por lo mismo creo que es una fecha en que se tiene que reflexionar, a nadie puede poner orgulloso que se termine la democracia y tenemos que evitar que se vuelvan a generar las condiciones para que eso vuelva a suceder”, agregó.

Desde Evópoli, apuntan sí o sí a realizar un acto en el Palacio de La Moneda el mismo 11 de septiembre, así lo dijo el presidente de la colectividad, Hernán Larraín Matte.

“Si va a haber un acto o no, será finalmente decisión del presidente Sebastián Piñera”, dijo la ministra vocera Cecilia Pérez, adicionando que “nuestro Gobierno condena categóricamente los atropellos a los derechos humanos, en cualquier tiempo, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia”.