Nuevos cuestionamientos enfrenta la campaña presidencial de Michelle Bachelet, a propósito de un reportaje de la revista brasileña Veja que revela los supuestos vínculos con una de las empresas investigadas por corrupción en el país amazónico.

Se trata de la denominada “Operación Lava Jato” (lavadero de autos), considerada por muchos como la mayor investigación de corrupción de la historia, y que comenzó en marzo de 2014 como una pesquisa sobre el mercado paralelo de cambio en una red de gasolineras de Brasil.

El caso llevó desde entonces a la cárcel a decenas de empresarios y políticos de primer plano, de prácticamente todo el arco parlamentario, por su implicación en una red de sobornos pagados por grandes constructoras para obtener licitaciones en Petrobras.

La fiscalía definió el esquema como un sistema de “empresas que se enriquecían a costa del Estado, directivos de Petrobras que vendían favores, lavadores profesionales de dinero que pagaban sobornos y políticos y partidos que sustentaban a directivos de Petrobras y a cambio recibían la mayor parte de los sobornos para enriquecerse y financiar sus campañas”.

Las obras sobrefacturadas generaban excedentes que se transferían a los partidos y a los conspiradores como sobornos de entre el 1% y el 5% del valor de los contratos.

Se estima que el esquema drenó el equivalente de unos 2.000 millones de dólares de la petrolera estatal y que causó, según números de la fiscalía, un perjuicio total de más de 13.000 millones de dólares.

Las ramificaciones del caso se extendieron a una decena de países, como Chile, en donde apareció el nombre del líder del PRO, Marco Enríquez-Ominami. El exabanderado presidencial fue duramente cuestionado luego que se conociera que usó un jet privado, facilitado por la importante empresa constructora brasileña, OAS, vinculada al escándalo de corrupción.

No obstante, lejos de terminar el caso ahí, este martes se conoció un adelanto del reportaje de la Revista Veja de Brasil, donde se revela el presunto vínculo entre la mista empresa, OAS, con la campaña presidencial de Michelle Bachelet.

Se trata de un artículo titulado “Revelaciones de los publicistas”, replicado en La Tercera, en base a las confesiones de los otrora publicistas del Partido de los Trabajadores (PT), João Santana y José Cavalcanti “Duda” Mendonça.

Este último, precisamente, asegura que las mayores empresas “interferían clandestinamente en las elecciones de países como Chile y Colombia”. Esto último explica en cierta medida el apoyo que recibió ME-O, quien era visto como “una inversión futura (…) era considerado un político promisor”.

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Pero además, “Duda” Mendonça asegura que la polémica constructora “financió la campaña de la candidata Michelle Bachelet”.

Recordemos que en nuestro país el tema también está siendo investigado por la fiscal jefa de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte, Ximena Chong, quien sabía que el publicista brasileño iba a declarar en el controvertido caso de corrupción.

Viaje de Lula a Chile

Pero lejos de quedar sólo ahí, el reportaje revela otra controversia a propósito del viaje del expresidente Lula da Silva a Santiago en noviembre de 2013, en medio de la campaña presidencial, donde se reunió con Michelle Bachelet.

Según el artículo, la visita fue organizada y financiada por OAS, justo un mes antes que el gobierno del expresidente Sebastián Piñera le adjudicara a un consorcio que incluía a OAS, la construcción del puente Chacao.

OAS es parte de las firmas que integran el Consorcio Puente Chacao con un 49%, mientras que el restante 51% lo mantiene Hyundai.

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Cabe señalar que Lula ha respondido a varias acusaciones de corrupción pasiva, negando cualquier implicación y denunció una conspiración para impedirle presentar su candidatura en la presidencial de 2018.

Desde La Moneda, en tanto, no se han referido de forma pública al caso que viene a sumar un nuevo antecedente negativo a la campaña de Bachelet, que ya ha sido cuestionada por el supuesto financiamiento ilegal conseguido por el exoperador Giorgio Martelli.