Cuando aún no se esclarece completamente las sospechas sobre el financiamiento de su campaña y su vínculo con la Soquimich, una nueva revelación compromete al ex candidato presidencial Marco Enríquez Ominami.

Se trata del uso de un jet privado facilitado por una importante empresa constructora de Brasil, OAS, vinculada al escándalo de corrupción que tiene como principal protagonista al ex presidente Lula Da Silva, según reveló un reportaje del diario La Tercera.

De acuerdo a la investigación, en julio de 2013 dos importantes ejecutivos de la firma brasileña, Augusto César Ferreira e Uzeda y Augusto César de Souza Fonseca, viajaron a las Termas de Chillán. No obstante, su regreso a Sao Paulo lo hicieron acompañados del ex abanderado del PRO junto a su “Mano derecha” el periodista Cristián Warner, quien precisamente está formalizado por el SII acusado de emitir boletas falsas a SQM.

Una vez en Brasil, el candidato se realizó una sesión de fotos para la campaña regresando en el mismo aparato de la empresa Taxi Aéreo Piracicaba. Sin embargo, el jet privado, cuyo arriendo alcanza los 100 millones de pesos mensuales, se quedó por 4 meses en nuestro país.

El entonces postulante a La Moneda junto a su equipo tuvo a disposición el lujoso aparato, cuyo arriendo todavía se desconoce quién lo pagó. Lo anterior, debido a que la declaración ante el Servel no incluyó explícitamente el gasto por el taxi aéreo.

Aunque, fuentes aseguran que el gasto estaría rendido en una factura por $170 millones de la empresa Cono Sur Research SPA, creada por el hoy investigado Cristián Warner. Pero esto no ha sido aclarado de forma oficial.

Y si bien ME-O tuvo un incesante trajín por nuestro país a lo largo de su campaña, su equipo cuidó que no apareciera la matrícula del avión en las imágenes, lo que habría despertado suspicacias.

Al respecto, distintos cercanos a Marco Enríquez-Ominami evitaron dar mayores detalles, amparándose que transcurrido un año, cualquier infracción cometida estaría prescrita. Y es que la Ley Electoral prohíbe cualquier aporte desde el exterior a campañas políticas.

Esto último incluso fue reconocido por el director del Servel, Patricio Santamaría, quien consultado por La Tercera, reconoció que en esa época no tenían las facultades para fiscalizar que ahora con la nueva ley deberían tener.