Durante este martes, los talibanes acusaron a Pakistán de bombardear tres provincias de Afganistán durante la noche, alcanzando una vivienda en Khost y causando la muerte de 10 personas: nueve niños y una mujer, además de varios heridos en otras zonas.
Kabul calificó los ataques como una violación de su soberanía y advirtió de que responderá “en el momento apropiado”.
Por su lado Islamabad, capital de Pakistán, negó de forma explícita haber matado a civiles, aunque evitó descartar por completo que realizara operaciones el lunes pasado.
“Anunciamos y reconocemos cada vez que llevamos a cabo este tipo de ataques”, afirmó el portavoz del Ejército paquistaní, Ahmad Sharif Chaudhry, en una rueda de prensa en el Cuartel General de Rawalpindi.
Chaudrhy añadió que Pakistán “no ataca ni mata civiles”, y recordó que sus operaciones en territorio afgano tienen como objetivo a militantes, no a la población.
Por otro lado, la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) confirmó este martes que al menos diez civiles murieron y otros seis resultaron heridos en ataques aéreos ocurridos anoche en el este del país de Medio Oriente, en los que la mayoría de las víctimas eran niños.
“Al menos 10 civiles murieron y seis resultaron heridos en ataques aéreos en las provincias de Khost y Kunar, Afganistán, anoche. La mayoría de las víctimas eran niños”, escribió en X el organismo de la ONU.
La UNAMA no mencionó a Pakistán en el comunicado ni atribuyó la autoría de los ataques, pero instó al “respeto del derecho internacional para proteger a los civiles y prevenir daños a la población”.
Este nuevo episodio se produce en un clima de tensión creciente entre Afganistán y Pakistán, marcado desde principios de octubre por bombardeos fronterizos con decenas de muertos y acusaciones mutuas de violar la soberanía aérea.
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