Los talibán detuvieron a un profesor que recientemente denunció durante una entrevista televisada la prohibición impuesta por los fundamentalistas a que las mujeres puedan estudiar en las universidades de Afganistán, según confirmaron las autoridades.

Los talibanes que gobiernan en Afganistán “detuvieron y golpearon” a un académico que criticó en televisión la prohibición de estudiar en la universidad impuesta a las mujeres, informó este viernes su asistente.

En diciembre, Ismail Mashal causó polémica al hacer pedazos sus certificados de estudios en directo durante una entrevista con Tolo TV, una de las cadenas privadas más importantes del país, como una forma de defender el derecho de las mujeres a cursar estudios superiores.

En los últimos días, las cadenas de televisión local mostraron a Mashal -que dimitió de sus cargos en tres universidades privadas de Kabul- con un carro lleno de libros para darlos a los viandantes.

Mashal “fue golpeado sin piedad y llevado de una forma muy poco respetuosa por los miembros del Emirato Islámico (nombre oficial del régimen talibán)”, declaró este viernes a la Agence France-Presse su asistente, Farid Ahmad Fazli.

Un alto funcionario de los talibanes confirmó la detención.

“El profesor Mashal llevaba tiempo realizando actos provocadores contra el sistema”, dijo en Twitter Abdul Haq Hammad, director del ministerio de Información y de Cultura. “Las agencias de seguridad se lo llevaron para interrogarle”, agregó.

En una sociedad profundamente conservadora y patriarcal como la de Afganistán es poco común ver a un hombre protestando a favor de los derechos de las mujeres.

Los talibanes prometieron cuando retornaron al poder en agosto de 2021 que ejercerían el poder de una forma menos estricta que durante su primer régimen entre 1996 y 2001, pero han impuesto duras restricciones a las mujeres, apartándolas de hecho de la vida pública.

Los talibán ordenaron recientemente a las universidades de Afganistán, tanto públicas como privadas, que prohíban a las estudiantes el acceso a la prueba de la selectividad de este año, una orden que amplía la restricción inicial, anunciada en diciembre, por la que prohibía terminantemente el acceso de las mujeres a la educación superior universitaria hasta nuevo aviso.