Tras el secuestro de su cadáver, se cerraron los controles militares de Jalameh y Salem, dos de los principales pasos desde el norte de Cisjordania hacia Israel, según informó el COGAT, organismo militar israelí que gestiona asuntos civiles en territorio palestino ocupado.
Milicianos palestinos de la Brigada de Yenín, un grupo armado del campo de refugiados de la urbe, se llevaron de un hospital el cadáver de un civil israelí que murió tras un accidente de tráfico en Cisjordania.
Además, estos grupos armados piden para su entrega que Israel libere los cadáveres de palestinos que tiene retenidos.
“El cuerpo fue retirado del hospital de Yenín”, una población del norte de Cisjordania ocupada y bastión de milicias palestinas, indicó el Ejército israelí, que intenta recuperar el cadáver.
Poco después, la Brigada de Yenín reivindicó que sus milicianos “lograron secuestrar el cuerpo de un miembro del enemigo sionista (Israel)”.
“Secuestro” de un cadáver israelí
El fallecido es Tiran Fero, joven árabe-israelí de 18 años de Daliat al Carmel, localidad con mayoría de habitantes de religión drusa, que suelen servir en el Ejército israelí.
La brigada se quedó con su cuerpo al creer que se trataba de un soldado israelí, aunque el joven era aún estudiante de secundaria, según prensa local.
El primer ministro israelí saliente, Yair Lapid, dijo que los familiares del joven le aseguraron que los milicianos fueron quiénes provocaron su muerte al llevárselo del hospital.
“Hablé hoy con el padre de Tiran. Según el testimonio de la familia, los secuestradores entraron al hospital, desconectaron de un equipo médico al chico cuando luchaba por su vida”, explicó Lapid.
Según advirtió, “si su cadáver no se devuelve, los secuestradores pagarán un alto precio”.
Para la devolución del cuerpo del joven, la Brigada de Yenín exige ahora a cambio la entrega de los cuerpos de “los heroicos mártires”.
Se trata de un término que hace referencia a palestinos muertos en incidentes con fuerzas israelíes cuyos cadáveres son retenidos por el Estado judío.
El padre y el tío del joven se encontraban acompañándolo en el hospital tras ser sometido a una cirugía, que no sobrevivió.
Fue allí cuando más de 20 palestinos armados irrumpieron en el centro médico y se llevaron el cuerpo, según la radio pública Kan.
Los familiares de Fero huyeron por miedo a ser tomados como rehenes.
Tras esto, pudieron regresar a Israel gracias a la ayuda de los servicios de seguridad palestinos en coordinación con el Ejército israelí.
Combates de milicias
En el pasado, las milicias palestinas secuestraron a israelíes, vivos o muertos, para negociar la liberación de prisioneros palestinos.
El martes, Fero y otro israelí entraron a la ciudad de Yenín con el fin de reparar un desperfecto en su vehículo.
El acceso a esta localidad, como el resto de ciudades cisjordanas bajo control palestino, está vetado a civiles israelíes. Pese a esto, sí se suele permitir la entrada a la población árabe-israelí.
La violencia entre Israel y los palestinos se ha recrudecido desde marzo.
Lo anterior, con ataques de milicianos y sangrientas redadas casi a diario por parte del Ejército israelí, especialmente en Yenín y Nablus.