Más de 20 personas han muerto este martes a causa de un atentado ejecutado contra el hospital militar Sardar Mohamad Daud Jan de la capital de Afganistán, Kabul, y reivindicado por Estado Islámico. Entre las víctimas se cuenta al comandante Hamdullah Mokhlis, el uniformado de mayor rango en Kabul y uno de los efectivos que llegó a repeler el ataque contra el recinto.

Tanto la Unión Europea como prensa afgana señalan que los fallecidos a causa del suceso podrían superar la veintena, aunque por el momento las autoridades talibán han oficializado el deceso de siete personas.

El comandante militar talibán en Kabul, Hamdullah Mokhlis, falleció al tratar de neutralizar junto a sus hombres un ataque del grupo Estado Islámico contra un hospital de Kabul que causó al menos 19 fallecidos, informaron fuentes oficiales el miércoles.

Mokhlis, miembro de la red radical Haqqani y oficial de las fuerzas especiales de los talibanes, es la baja de más alto rango dentro del movimiento fundamentalista desde que tomó control de Afganistán a mediados de agosto.

El medio oficial de los talibanes indicó que el comandante acudió rápidamente al hospital Sardar Mohammad Dawood Khan, el mayor centro sanitario militar en Afganistán, cuando supo del ataque.

“Tratamos de pararlo, pero se rió. Después encontramos que fue martirizado en el combate cuerpo a cuerpo en el hospital”, añadió.

Al menos 19 personas fallecieron en el ataque del martes, aunque se han reportado hasta 25 según distintas fuentes, y una cincuentena resultaron heridas. La acción fue reivindicada por el Estado Islámico del Khorasan (ISIS-K), grupo radical fuertemente enemistado con los talibanes.

La acción comenzó con un ataque suicida con bomba, seguido por la entrada de hombres armados al complejo hospitalario.

En un comunicado divulgado en sus canales de Telegram, el EI-K indicó que “cinco combatientes del EI realizaron ataques simultáneos y coordinados”.

Los dirigentes talibanes desplegaron sus fuerzas especiales en la azotea del edificio con un helicóptero tomado del antiguo gobierno afgano, respaldado por Estados Unidos.

El portavoz del grupo fundamentalista en el poder en Kabul, Zabihullah Mujahid, aseguró que el ataque fue neutralizado en 15 minutos gracias a una rápida intervención.

Los testigos del asalto describieron a Agence France-Presse escenas de terror, con pacientes y doctores tratando de encerrarse en las habitaciones de las plantas superiores cuando comenzó el tiroteo.