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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Nuevo video del trágico accidente en Washington entre un helicóptero Black Hawk y un avión de American Eagle sale a la luz en medio de investigaciones. Imágenes muestran colisión en el aire, causando 67 muertes. Problemas de altitud y comunicación en el helicóptero militar fueron evidentes. Controladores de tráfico aéreo y tripulación confundidos en momentos previos al choque. Experto destaca complejidades del espacio aéreo en la zona.

Un nuevo video del trágico accidente en el que un helicóptero Black Hawk del Ejército de Estados Unidos colisionó con un avión comercial de American Eagle -aerolínea regional subsidiaria de American Airlines- en Washington salió a la luz en medio de las investigaciones sobre el hecho.

La secuencia fue captada por una cámara de seguridad ese fatídico 29 de enero y reproducida este miércoles al inicio de una audiencia de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).

En las imágenes se aprecia en primera instancia al vuelo 5342 de American Airlines desplazándose sobre el río Potomac mientras se se dirigía al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan.

Repentinamente, desde la izquierda de la toma aparece el helicóptero militar. Tras unos segundos, ambas aeronaves impactan en el aire, generando un destello brillante que iluminó el cielo nocturno.

Los 60 pasajeros y cuatro tripulantes del vuelo comercial, así como los tres militares que iban en el helicóptero, murieron tras el impacto.

Los dos fallos que provocaron la tragedia

Según detalla The Washington Post, la evidencia sugiere que la tripulación del Black Hawk enfrentó al menos dos problemas esa noche: mala información de altitud y malas comunicaciones con los controladores de tráfico aéreo.

Específicamente, el citado medio detalla que los altímetros barométricos utilizados por la tripulación del ejército indicaron que el helicóptero estaba 100 pies (30.4 metros) más bajo de lo que realmente estaban.

A su vez, según una transcripción de las grabaciones de la cabina, los militares se quejaron de dificultades para escuchar las transmisiones desde la torre de control de tráfico aéreo del aeropuerto.

En tanto, la conversación publicada por la NTSB reveló que los momentos finales de la tripulación del Black Hawk estuvieron marcados “por la confusión y la mala interpretación de las instrucciones de los controladores de tráfico aéreo”.

En los segundos previos a la colisión, el controlador le preguntó a la tripulación del helicóptero si podían ver el avión, ante lo cual respondieron que sí. Pero las instrucciones que le dieron, al parecer, confundieron a los militares. Tres segundos después colisionaron con el vuelo comercial.

Austin Roth, un ex piloto de Black Hawk que revisó la transcripción, señaló que era probable que la tripulación estuviera observando otro avión, creyendo erróneamente que era el que les habían ordenado evitar.

“Dado que probablemente creía que ya tenía mucho espacio, eso explicaría por qué parece un poco indeciso o confundido”, dijo Roth, quien voló las mismas rutas.

En ese sentido, no hay indicaciones en la grabación que demuestren que la tripulación del helicóptero vio al avión de American Eagle acercándose por la izquierda.

Cabe destacar que tras el accidente, Philip Butterworth-Hayes, consultor de aviación, dijo que una de las complejidades del espacio aéreo del Distrito de Columbia es la “intersección” del tráfico aéreo civil con los vuelos militares.

“El accidente ocurrió en el nexo de unión de diferentes sistemas de aviación”, incluyendo los sistemas civiles y militares, dijo en aquella oportunidad.

“Estamos en la frontera de tres o cuatro sistemas de aviación, y es en esas fronteras donde suelen ocurrir la mayoría de los accidentes (en el mundo)”, mencionó.

Debido a que se trata del espacio aéreo “más controlado del mundo”, el experto señaló que para que se provocara la colisión, fue necesario que “varias” cosas salieran mal.

En ese sentido, explicó, debido a que se trasladaba en espacio aéreo civil, el Black Hawk tendría que haber volado con un transpondedor para alertar de su posición, lo que significa que ambas aeronaves deberían haber podido tenerse a la vista.

“Tanto si se trata de formación para nuevos sistemas o equipos, necesitamos saber qué sistemas había encendido el piloto en el helicóptero y si llevaba a bordo todos los sistemas de seguridad, o si estaba probando un nuevo procedimiento o una nueva ruta”, puntualizó.