Estados Unidos celebra este sábado el Día de la Independencia, en medio de un paisaje sombrío marcado por el avance de la pandemia de Covid-19, las protestas contra el racismo y un duro discurso del presidente del país, Donald Trump.

La pandemia provocó el cierre de playas populares -normalmente abarrotadas el fin de semana del 4 de julio- en los extremos del país, ya que California y Florida sufren alarmantes oleadas de casos del coronavirus. El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, emitió una dura advertencia: “Deberías asumir que todos los que te rodean son infecciosos”.

En todo el país, los desfiles han sido cancelados, las bulliciosas barbacoas en los jardines de las casas se redujeron y las reuniones familiares se han pospuesto en medio de la preocupación por los viajes en avión y por la propagación del virus.

Algunos eventos se realizan de forma virtual, mientras estados y ciudades se enfrentan a un nuevo aumento del coronavirus, y aplican una mezcla de amonestaciones y prohibiciones.

Miami Beach, por ejemplo, ha impuesto un toque de queda para el fin de semana y declarado obligatorio el uso de mascarillas en público. Florida reportó el sábado un nuevo récord de contagios, que llegó a 11.458 casos en las últimas 24 horas.

El número de muertes por el coronavirus en Estados Unidos se acerca rápidamente a 130.000, aproximadamente un cuarto del total mundial.

Fuegos artificiales cancelados

Se estima que este año se canceló el 80% de los eventos. Normalmente el momento culminante son los espectáculos de fuegos artificiales, que suelen reunir a miles de personas. Algunos locales están pidiendo a las personas que vean los fuegos artificiales desde sus coches.

En todo caso, la guerra comercial de Estados Unidos con China ha dificultado más de lo habitual la adquisición de pirotecnia.

Mientras que las autoridades de ciudades y estados aplican prohibiciones para evitar la propagación del virus, algunos estadounidenses disfrutan en sus jardines como si la pandemia fuera una cosa del pasado.

En una muestra más de las señales confusas y contradictorias en este año, funcionarios locales de Washington desalentaron a los residentes a congregarse en la Explanada Nacional para contemplar el tradicional espectáculo de fuegos artificiales. Pero Trump, que el viernes realizó un mitin delante de los cuatro presidentes tallados en el Monte Rushmore, planea estar en la explanada para dar un “saludo a Estados Unidos” acompañado de música y aviones militares.

Fiel al mensaje que ha estado repitiendo durante varios días, el multimillonario republicano ignoró el sábado el nuevo brote de contagio que ha alarmando a las autoridades sanitarias.

“Hemos sido golpeados por este terrible flagelo de China y ahora estamos a punto de salir de él”, insistió en un mensaje de vídeo al mediodía. “Nuestro país ha vuelto, las cifras de empleo son espectaculares”, insistió.

‘Violento caos’

Aunque en los discursos presidenciales del 4 de julio se suele ensalzar el patriotismo y la unidad nacional, Trump arremetió contra las manifestaciones contra el racismo que se desataron por la muerte del afroestadounidesne George Floyd a manos de la policía.

A pesar de que la mayoría de las protestas han sido pacíficas, el presidente, que busca la reelección en noviembre y que quiere movilizar a su base política, denunció “un violento caos” en las calles de Estados Unidos y acusó a los manifestantes realizar “una campaña despiadada para borrar nuestra historia, difamar a nuestros héroes, borrar nuestros valores y adoctrinar a nuestros hijos”.

El demócrata Joe Biden, quien probablemente le disputará estas elecciones a Trump, mostró un tono diferente sobre las crudas tensiones raciales del país.

“Nuestra nación fue fundada sobre una idea simple: todos somos creados iguales. Nunca hemos estado a la altura, pero nunca hemos dejado de intentarlo. Este Día de la Independencia, no sólo celebremos esas palabras, comprometámonos finalmente a cumplirlas”, dijo Biden en Twitter el sábado.

Las protestas se han convertido en algo normal en muchas ciudades de Estados Unidos desde la muerte de Floyd en mayo en Minneapolis. Más de una veintena de manifestaciones estaban previstas para el sábado en Washington.

Entre ellas se espera una marcha en memoria de George Floyd, que comenzará en el Monumento a Lincoln. El movimiento Black Lives Matter (La vida de los negros importa) tiene previsto una concentración en el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroestadounidense.

Funcionarios de salud pública se han preparado para un nuevo pico en los casos de virus después de las celebraciones y protestas de este fin de semana.

Algunos relacionan el último brote con el resultado retrasado de las celebraciones generalizadas durante el feriado del Memorial Day a fines de mayo, y con la reapertura de las economías de algunos estados.