Cuando los médicos del hospital de Bloomington, en Indiana, vieron el cuerpo frágil del niño de 12 años, supieron que algo andaba mal. Pesaba solo 22 kilos y evidentemente había sufrido mucho. La desnutrición era el primer indicio.
Eran cerca de las 3:00 de la mañana del pasado 23 de mayo, cuando el menor de edad, identificado como Eduardo Posso, falleció solo 10 minutos de su ingreso al centro de salud.
Lo habían llevado sus padres a la emergencia y de inmediato, el equipo médico centró sus sospechas en la pareja de latinos, Luis Posso, de 33 años y su esposa, Dayan Median Flores, de 26 años. La información la consigna el medio estadounidense NBC
“Habían llegado a la ciudad con el circo ambulante y ellos se encargaban de anunciar los próximos espectáculos”, declaró el alguacil Brad Swain, quien se mostró consternado ante la prensa que escuchaba el relato de un horroso caso de maltrato infantil.
Encadenado y torturado hasta la muerte
Al pequeño Eduardo lo venían maltratando desde hace tiempo. Los trabajadores circenses venían de una gira por varias ciudades y se encargaba de anunciar los espectáculos de la cartelera.
Escondían un oscuro secreto contra uno de sus 4 hijos. La policía, alertada por el hospital Bloomington, se dio a la tarea de investigar el accionar de la pareja. Cuando fueron a fondo, encontraron videos en poder de la pareja y en estos se veía como Eduardo quedaba encandenado a la bañera. Ellos no solo grababan torturas al menor de edad, sino que también se fotografiaban junto a este.
“No hay palabras para definir este tipo de abuso. Nos cuesta creerlo. El horror, el shock… ni siquiera se puede poner en palabras todo esto”, relataba el alguacil Swain, quien dijo que los otros niños de 9, 5 y 2 años, quedaron en poder de los servicios de atención infantil.
No se sabe exactamente cuántas horas al día permanecía encadenado y sin alimentos el pequeño Eduardo. A ciencia cierta se sabe que a sus 12 años, debía pesar 45 kilográmos pero al momento de su muerte pesaba la mitad de eso.
“Realmente no quieres ni siquiera imaginar todo lo que este chico tuvo que pasar”, proseguían las autoridades en su relato. “El médico de la sala de emergencias tuvo un shock emocional después de haber tenido que revisar y examinar al niño. Se encontró en primera persona con la crueldad más extrema. No puedo pensar, en mis 30 años de carrera, en un caso como este”.
La pareja enfrenta graves acusaciones, entre estas, el asesinato de su hijo, pero las autoridades están recabando más información dados los viajes que hacían los acusados con el circo para el que trabajaban
